El ministro yemení de Defensa, Muhamad Naser al-Atefi, alertó a la llamada coalición liderada por Arabia Saudí, que presenciaría sorpresas sin precedentes durante el 8º año de su agresión a Yemen.
“El octavo año de la resistencia, será el año de las ‘tormentas’ y logros armamentísticos de Yemen, con una estrategia más avanzada, más fuerte y más disuasiva contra la coalición y sus partidarios”, aseveró el titular yemení, en declaraciones recogidas el martes por la cadena libanesa Al-Mayadeen.
Además, advirtió que si los países agresores continúan con sus crímenes, no recibirán nada más que daños, pues reiteró que “lo que sucederá en el futuro será diferente en forma y contenido”.
Al-Atefi destacó la capacidad de los aviones no tripulados (drones), así como el poder de misiles yemeníes en términos de alcance, precisión y eficacia y agregó que estos misiles están equipados con sistemas inteligentes que hacen imposible su detección por diferentes sistemas de defensa aérea.
Tormentas del Ejército de Yemen
El Ejército y los comités populares de Yemen realizaron el pasado 24 de enero la operación “Tormenta 2”, que consistió en ataques con misiles y drones en lo profundo de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Arabia Saudí, en reacción a las innumerables agresiones de estos dos países contra la nación.
El portavoz del Ejército yemení, Yahya Sari, anunció el domingo en un comunicado que las fuerzas del país implementan la tercera fase de la operación (Romper el asedio), al apuntar a “una serie de objetivos vitales e importantes de Arabia Saudí en las áreas de Abha, Jamis Mushait, Yizan y Samtah, Dhahran al Yanub, con un lote de misiles balísticos y alados, además de drones”.
El aludido ataque tuvo como objetivo una planta de desalinización del agua en la ciudad de Al-Shaqiq; las instalaciones de la petrolera Aramco, en la ciudad de Yizan; una planta de energía en Dhahran al Yanub; así como una instalación de gas en Jamis Mushait, en la provincia saudí de Asir, todos estos lugares situados en el suroeste del territorio saudí, según la agencia de noticias estatal SPA.
Arabia Saudí y sus aliados lanzaron una guerra brutal contra Yemen el 25 de marzo de 2015 para eliminar al movimiento popular Ansarolá y restaurar en el poder al fugitivo expresidente yemení Abdu Rabu Mansur Hadi, un estrecho aliado de Riad.
