La ciudad de Pekín fue testigo del esperado encuentro entre los presidentes de China, Xi Jinping, y de Rusia, Vladimir Putin, en el décimo aniversario de la iniciativa de la Franja y la Ruta.
En un evento que reunió a delegados de 130 países, el énfasis estuvo en las relaciones comerciales y la cooperación bilateral fortalecida en los últimos años.
Ambos mandatarios celebraron el impresionante aumento en el volumen del comercio, que ha alcanzado niveles históricos. Este logro, avanzando hacia la ambiciosa meta de 200.000 millones de dólares.
Xi Jinping, en su declaración, aplaudió este hito y subrayó la importancia de la relación laboral y la profunda amistad desarrollada a lo largo de 42 encuentros en la última década.
Se trata de la primera vez que Putin sale de Rusia desde que se emitió una orden de arresto en su contra por la Corte Penal Internacional (CPI), tras presiones de occidente y a pesar que Rusia nunca ratificó el Estatudo de dicha intancia penal.
El foco principal de las discusiones incluyó planes para fortalecer aún más la cooperación económica y energética.
Un objetivo destacado es la posible firma de un acuerdo para desarrollar el gasoducto Power of Siberia-2, un proyecto que vincularía la península de Yamal en Siberia con China a través de Mongolia.
Putin, en una entrevista televisiva previa, elogió a Xi Jinping como un «verdadero líder mundial» y expresó su intención de ahondar en la colaboración.
Mientras que los países del Sur Global se sienten cada vez más atraídos por las inversiones chinas, Occidente parece distanciarse del proyecto.