Debido a la incesante violencia por parte de colonos israelíes y a la apropiación ilegal de tierras, cerca de 500 palestinos de siete comunidades se vieron obligados a emigrar por la fuerza en los últimos veinte meses, denunció este jueves el Consejo Noruego para Refugiados (NRC).
“Comunidades palestinas enteras están siendo borradas del mapa”, señaló en un comunicado la directora del NRC de áreas rurales para Palestina, Ana Povrzenic.
La funcionaria noruega calificó como “un legado vergonzoso de violencia implacable, intimidación y acoso” las acciones perpetradas por los colonos israelíes, que, en algunos casos, son “alentadas por las autoridades” del régimen sionista, criticó.
El documento alerta sobre la rápida construcción de puestos de avanzada y la toma de posesión de tierras palestinas, lo que asfixia las aldeas palestinas y destruye sus medios de subsistencia.
Resaltó que, motivado al aumento del acoso y la intimidación, una docena de familias compuestas por 89 palestinos, incluidos 39 niños, fueron trasladadas esta semana por la fuerza desde el poblado Ras At-Tin.
Asentamientos ilegales
La entidad noruega también resalta en el comunicado que los colonos israelíes se apoderaron de las tierras de pastoreo de la comunidad y establecieron un viñedo junto a una base militar israelí.
Asimismo, indican que 60 comunidades palestinas en la Cisjordania ocupada corren el riesgo de “traslado forzoso debido a la violencia de colonos y soldados, la expansión de asentamientos y las políticas discriminatorias de Israel”.
Violencia
A principios de agosto, la Organización de Naciones Unidas (ONU) denunció el aumento de violencia de colonos israelíes en 2023. La entidad noruega destacó que el organismo multilateral documentó 591 ataques desde inicio de año, contra civiles y propiedades palestinas.
El portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, Jens Laerke, declaró en rueda de prensa que las localidades de Al Baqa’a, Khirbet Bir al’Idd y Wedadiye están completamente vacías, mientras que en otras, afectadas por la violencia, muchas familias palestinas huyeron.
Laerke aseguró que cada mes se producen un centenar de incidentes, registrándose un aumento del 39% con respecto a 2022 y la cifra más alta desde que la ONU comenzó a elaborar este tipo de estadísticas en 2006.
En julio, la directora de NRC para Palestina, Caroline Ort, denunció la violencia sostenida de colonos israelíes, que cuentan con el apoyo tácito, y a veces explícito, de los funcionarios del gobierno israelí.
Ort manifestó que “intimidan y atacan a las comunidades palestinas con el objetivo expreso de desplazarlas, en una violación del derecho internacional que debe cesar”.
Instó a la comunidad internacional a que exijan responsabilidad por la violencia de los colonos.
Recientemente, el presidente del Consejo Nacional Palestino, Ruhi Fattouh, denunció el respaldo del ministro israelí Bezalel Smotrich a los ataques de los colonos contra la población civil en los territorios ocupados.