El Gobierno venezolano rechazó la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos (EE.UU.), Nancy Pelosi, a la isla de Taiwán y la calificó como una violación a la soberanía e integridad territorial de China.
A través de un comunicado, la Cancillería venezolana alertó a la comunidad sobre estas acciones que desconocen la resolución 2758 de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), adoptada en 1971, en la que se reconoció como verdadero y único representante legítimo del pueblo chino al gobierno de la República Popular China.
Venezuela ratificó que seguirá adherida al respeto del derecho internacional sobre la igualdad y la no intervención en los asuntos internos de otros Estados, “enalteciendo su principio de Diplomacia de Paz”.
“Honrando los grandes lazos de amistad, cooperación, solidaridad, así como la Asociación Estratégica Integral que une a China y Venezuela, reafirma su apego irrestricto al principio de Una Sola China y al reconocimiento de Taiwán como parte inalienable del territorio de ese país”, reza el documento.
#Comunicado | #Venezuela rechaza actos de injerencia e intromisión de la Presidenta de la Cámara de Representantes de #EEUU con visita a #Taiwán https://t.co/5DWzy36uiv
— Cancillería Venezuela 🇻🇪 (@CancilleriaVE) August 3, 2022
Rechazo internacional
Diversos líderes internacionales también manifestaron su condena a la visita de la funcionaria estadounidense a territorio taiwanés, acción que generó gran tensión entre Washington y Beijín.
Además de la polémica, algunas naciones acusan a Pelosi de socavar la paz del gigante asiático. Además de Venezuela, Nicaragua, Rusia, Siria e Irán condenaron la provocación estadounidense.
El martes, luego de su arribo a Taiwán, el Mando Oriental del Ejército Popular de Liberación desarrolló operaciones militares conjuntas desde la noche, las cuales incluían lanzamientos de misiles convencionales en el mar al este de Taiwán.
El portavoz del Ministerio de Exteriores del gigante asiático, Hua Chunying, advirtió que «EE.UU. sería responsable y pagaría el precio por dañar la soberanía y la seguridad de China».