La Unión Europea (UE) está evaluando la posibilidad de ofrecer entrenamiento militar en Ucrania como un nuevo paso para mantener el conflicto armado con Rusia que empezó hace seis meses.
«¿Cómo podemos proveer equipamiento militar y no entrenamiento militar?», se preguntó el jefe de la diplomacia europea, Joseph Borrell, a su llegada a una reunión informal con los ministros de Defensa del bloque, que se celebra este martes en Praga.
Borrell evitó dar detalles sobre dónde estaría situada la base de operaciones de esta posible misión de entrenamiento.
«Hay muchas iniciativas de capacitación en camino, pero las necesidades son enormes y debemos garantizar la coherencia de estos esfuerzos», dijo a los periodistas.
De acuerdo con sus declaraciones, todos los miembros de la Unión Europea estuvieron de acuerdo en iniciar un esquema de trabajo para definir los parámetros de esta misión de asistencia militar a Kiev, luego de que fueron enviados millonarias dotaciones para mantener el conflicto propiciado por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Estados Unidos (EE.UU.).
Borrell confesó que esta medida fue discutida incluso antes de que empezara la guerra entre ambos países e insistió que ahora “es momento de actuar, es momento de tomar decisiones».
Por su parte, la ministra de Defensa neerlandesa, Kajsa Ollongren, afirmó que Países Bajos «responderá muy favorablemente» a la propuesta, y lo consideró como «el paso adecuado» a dar en este momento.
Ollongren recordó que su país ya está formando a ucranianos en el Reino Unido, y que otras de la UE ya los están entrenando para que aprendan a utilizar el armamento que les están enviando.
Millones en armas
Hasta la fecha, EE.UU. ha enviado 8.200 millones de dólares a Ucrania en armas de guerra, como parte de un paquete de “asistencia” aprobado en mayo por el Congreso de la nación norteamericana de 40.000 millones
El último envío rondó los 270 millones de dólares e incluyó cuatro sistemas de cohetes de precisión Himars M142.
También enviaron 500 Phoenix Ghost, drones pequeños y portátiles que detonan sobre sus objetivos, así como 36.000 cartuchos de munición de artillería, en elm arco de este suministro continuo de armas.
