Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, desestimó este lunes que el conflicto entre Rusia y Ucrania haya impactado la inflación y la seguridad energética en el continente.
Pese a los altos índices inflacionarios en Europa, además de la crisis de energía, Borrell instó a los europeos a continuar promoviendo las tensiones entre Rusia y Ucrania, en lugar de aportar iniciativas para la paz entre las naciones.
"Russia is trying to destroy Ukraine and the Ukrainian nation. We will continue to stand firmly with Ukraine, providing more arms and a next tranche of the European Peace Facility of €500 million" HR/VP @JosepBorrellF remarks following today's #FAChttps://t.co/BmZw8CWjPC pic.twitter.com/Kf3Sys1YwB
— European External Action Service – EEAS 🇪🇺 (@eu_eeas) July 18, 2022
Borrell defendió las sanciones impuestas contra la nación euroasiática y negó que hayan tenido un impacto en el coste de la energía, asegurando que «Rusia puede usar el gas como un arma contra nosotros», pero «las sanciones son una cosa» y «las acciones que Rusia puede llevar a cabo contra nosotros, usando el gas, son otra cosa».
«Tenemos que combatir ambas cosas», afirmó el alto representante, recordando que la Comisión Europea presentará su propuesta este miércoles para resolver el tema de suministro de gas en Europa.
Apuesta por la guerra
Irónicamente, Borrell expresó que “las sociedades europeas no pueden permitirse estar fatigadas”, cuando en el continente europeo se reportan temperaturas entre 39 y 41 °C, con la región sumergida en serios déficits energéticos, además de devastadores incendios forestales.
«La sociedad europea tiene que ser consciente de que esta es una prueba de resistencia y nosotros tenemos que tener la resistencia suficiente para seguir apoyando a Ucrania. No tenemos otra solución. Ellos tampoco», declaró el Vicepresidente de la Comisión Europea durante una rueda de prensa desde Bruselas.
Sin embargo, Borrell confirmó otros 500 millones de dólares que la Unión Europea aportará a Ucrania a través de la Facilidad de Paz, que eleva a 2.500 millones de euros el total destinado para la compra de armamento.
We continue to firmly stand by #Ukraine in light of Russia’s continued atrocities, and to lend our support to its fight for freedom & independence.
Today, we reached a political agreement on my proposal for the next European Peace Facility tranche #EPF worth €500 million. pic.twitter.com/I4NetZI2kQ
— Josep Borrell Fontelles (@JosepBorrellF) July 18, 2022
“Los Estados miembros de la Unión y sus gobiernos tienen que seguir asumiendo y defendiendo la decisión que adoptaron sobre medidas restrictivas para con la economía rusa y a eso han de atenerse. Y además han de seguir ejerciendo presión sobre la economía rusa, sabiendo que tampoco va a ser algo milagroso. Pero lo tenemos que hacer. Tanto como estemos apoyando a Ucrania militarmente”, señaló.
A través de su cuenta en Twitter, Borrell publicó este martes que “nuestro análisis de brechas de inversión en defensa ha señalado necesidades urgentes. En las circunstancias actuales necesitamos gastar más, mejor y juntos”.
Today’s proposal will incentivise common procurement of military equipment & strengthen European defence industrial base
Our defence investment gaps analysis has pointed at urgent needs. In current circumstances we need to spend more, better&together#EUdefence @EUDefenceAgency https://t.co/pgw386DEjr
— Josep Borrell Fontelles (@JosepBorrellF) July 19, 2022
Ojos en Latinoamérica
Josep Borrell presentó también la «Route 2023” (“Ruta 2023”), una estrategia que busca introducir los intereses de la UE en los países latinoamericanos, iniciando por el desbloqueo del Acuerdo Global con México, firmado en 1.997 y que contempla las bases para la negociación del tratado de libre comercio (TLC) entre México y la Unión Europea, refiere DW.
«Hoy nadie ha planteado nada que permitiese creer en alguna objeción por parte de los Estados miembros. Estamos ante un problema de tipo procedimental que no puede demorar por más tiempo este proceso”.
Sobre el Mercado Común del Sur (Mercosur), que sesionará esta semana, dijo que «hay que adaptar el acuerdo al que se llegó en 2019 incorporando preocupaciones de tipo ambiental para lo que hace falta un trabajo técnico muy importante”, precisó.