Después de manifestar su rechazo a la adhesión de Suecia y Finlandia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), finalmente Turquía cedió y levantó su veto para la incorporación de estos dos países, en vísperas de la Cumbre que tiene lugar en la ciudad de Madrid, España.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, la primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson, y el presidente de Finlandia, Saulio Niinisto, firmaron un acuerdo trilateral después de un diálogo exhaustivo que contó con la presencia de Jens Stoltenberg, secretario general de este organismo.
El acuerdo “responde a las preocupaciones de Turquía”, que se oponía a la adhesión por la proximidad de ambos países a grupos independentistas kurdos, aseguró Stoltenberg.
En mayo, el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, reveló que su país exigiría a ambos países nórdicos un acuerdo por escrito y “pasos concretos” para considerar su ingreso en la alianza atlántica.
Agregó que el levantamiento del embargo a las compras de armas impuesto por Suecia estaría entre las demandas, así como el status de las milicias kurdas de las Unidades de Protección Popular Internacional que reclaman soberanía en el sureste del país y son apoyadas por sus gobiernos.
La OTAN demuestra con sus acciones la urgencia que tiene el organismo para seguir expandiéndose hacia las fronteras con Rusia, tras no poder brindar un apoyo militar directo a Ucrania en el conflicto bélico que mantiene con Moscú.
