Los resultados de las elecciones primarias del Partido Republicano de Estados Unidos (EE.UU.), celebradas este martes, reflejan una clara tendencia de que Donald Trump sigue ganando poder a lo interno de su tolda política.
La muestra más emblemática es la derrota de Liz Cheney, quien perdió frente a su rival en el estado de Wyoming, Harriet Hageman, quien contaba con el apoyo del exmandatario, por lo que no podrá aspirar a un cuarto mandato y se convierte en la víctima política de más alto perfil hasta ahora, cuando el partido de Lincoln se transforma en el partido de Trump.
Cheney votó a favor de acusar a Trump por el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021 y es vicepresidenta del comité que investiga al expresidente. Ella es hija de exvicepresidente de George W. Bush, Dick Cheney.
«Debemos comportarnos de forma digna con los hombres y mujeres que llevan el uniforme de esta nación y, en particular, con aquellos que han dado el último sacrificio», afirmó la Congresista.
«Esto no es un juego: Cada uno de nosotros debe estar comprometido» con la defensa de EE.UU., acotó tras su derrota en las primarias. Agregó que «ningún escaño en la Cámara, ningún cargo en esta tierra es más importante que los principios que todos hemos jurado proteger».
Otros que no repiten
De los 10 congresistas que votaron a favor de enjuiciar políticamente a Trump luego de sus acciones vinculadas al asalto al Capitolio a principios del año pasado, se sabe que ocho no estarán en sus escaños por diferentes motivos.
Al igual que Cheney, otros candidatos contrarios el trumpismo que perdieron sus escaños al ser derrotados en las primarias fueron Jaime Herrera Beutler (estado de Washington), Peter Meijer (Michigan) y Tom Rice (Carolina del Sur).
Casos distintos corresponden Anthony González (Ohio), Fred Upton (Michigan), John Katko (Nueva York) y Adam Kinzinger (Illinois), quienes no buscan la reelección.
