El expresidente Donald Trump y su ex abogado, Michael Cohen, se encontraron cara a cara en una sala de tribunal en Nueva York mientras comparecían en el juicio por fraude presentado por la fiscal general, Letitia James.
En su testimonio, Cohen detalló cómo supuestamente ayudó a inflar el valor neto del patrimonio de Trump al apuntar valoraciones que coincidieran con lo que el expresidente deseaba informar.
Según su exempleado, Trump le ordenó a él y a otros ejecutivos que manipularan los libros y aplicaran «ingeniería inversa» a los valores de diferentes activos.
Él, junto con el ex director financiero de la Organización Trump, Allen Weisselberg, estaban a cargo de la terea, especificó.
«Él miraba los activos totales y decía que en realidad no valgo 4.500 millones de dólares, en realidad valgo más de 6.000 millones de dólares».
La demanda civil de 250 millones de dólares sostiene que el magnate republicano y sus coacusados hicieron esto para obtener beneficios en préstamos inmobiliarios comerciales y pólizas de seguro.
El juicio incluyó documentos financieros que respaldan una vieja oferta de Trump por 1.000 millones de dólares para comprar los Buffalo Bills, en 2014, como evidencia del supuesto patrón de fraude.
«Iba a comprarlo, pero el equipo se vendió por mucho más dinero del que ofrecí. El equipo se vendió por 1.400 millones de dólares, según tengo entendido”, dijo Trump.
El exmandatario se defendió afirmando que no hubo nada malicioso en su oferta por los Buffalo Bills y tildó el juicio como una «estafa» liderada por un oponente político. Trump también desacreditó a Michael Cohen, a quien calificó de «mentiroso comprobado.»
Es importante destacar que Trump enfrenta múltiples cargos por delitos graves en acusaciones separadas, aunque se ha declarado inocente en cada caso.