La Asunción, capital de Paraguay, fue el centro del encuentro para más de 20 organizaciones laborales que se reunieron para exigir estabilidad laboral en la nación suramericana.
Los manifestantes enfocaron la marcha en contra de la Superintendencia de Jubilaciones, alegando que sus decisiones van en contra del sentir popular.
El presidente de la Asociación de Jubilados del Paraguay, Pedro Halley, advirtió que la creación de la Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones implicaría otorgarle un «superpoder» a una persona que incluso no podrá ser sometida a la Justicia.
Afirmó que es cierto que se requiere de control sobre dichas cajas sociales, pero este proyecto implicaría que el superintendente pueda disponer de todos los inmuebles y el capital del Instituto de Previsión Social (IPS).
Las protestas están programadas por un lapso de dos días, según las entidades a cargo.
En tal sentido, las autoridades paraguayas desplegaron un operativo de seguridad con al menos 20 efectivos de la policía.
Profesores y psicólogos también forman parte de esta jornada de protestas para exigir mejoras en el sistema y el programa educativo. Con consignas y pancartas, los manifestantes se plantaron frente a la sede del Ministerio de Educación. Piden que se le dé continuidad al programa primaria-Infancia.
Los obreros paraguayos marcharon hace aproximadamente 15 días exigiendo mejoras laborales, pero sus peticiones no fueron atendidas y decidieron volver a las calles en la misma jornada.
En marzo pasado, trabajadores del agro paraguayo se movilizaron hacia la capital del país para protagonizar la edición 29 de la Marcha Campesina, histórica jornada de lucha en defensa de sus derechos.
