El Sindicato de Transporte Ferroviario y Marítimo (RMT, por sus siglas en inglés) de Reino Unido, convocó a la fuerza laboral a reanudar para este viernes una huelga de 48 horas para defender los aumentos salariales.
La decisión tomada por la principal organización de trabajadores ferroviarios, constituye la segunda medida de los obreros del sector durante esta semana.
Los obreros no sólo reclaman un incremento salarial del 7% frente a la creciente inflación que supera el 10%, más allá de su derecho a la protesta, defienden su derecho a la huelga ante una normativa propuesta por el Gobierno contra los paros luego de que el año pasado se reportaran la mayor cantidad de protestas desde 1980.
“La huelga probablemente se volverá ineficaz en muchos casos y que el trabajador como individuo no tiene derecho a la huelga. Si no cruzan los piquetes, podrían ser despedidos. Y sería un despido legal de forma automática”, declaró a la cadena BBC el secretario general de RMT, Mick Lynch.
En cuanto al hecho de que el Gobierno pretende responsabilizar a los sindicatos por todas las pérdidas sufridas durante los paros, el dirigente destacó que en el obrero sólo “tiene derecho a estar exento de procedimientos legales por pérdidas a empresas o individuos si toma una acción de huelga”.
“Los sindicatos podrían terminar siendo, en el mejor de los casos, un grupo de cabildeo, diciendo: Aquí hay un documento que preparamos sobre los bajos salarios, o algo similar”, añadió Lynch.
En este sentido, convocó a la sociedad británica a detener este proyecto del Gobierno mientras enfatizó que hay que concientizar que esto constituye no sólo un problema de los sindicatos.
Otros sectores también han ido a la huelga este mes, entre ellos conductores de ambulancias, carteros, agentes de fronteras, portadores de maletas, agentes de seguridad del Eurostar y los enfermeros.
El Real Colegio de Enfermería británico (RCN, en inglés), sindicato que representa a un colectivo en el que cerca del 9 % son mujeres, exige una subida salarial del 19% en respuesta no solo al aumento de la inflación de los últimos meses sino también a la pérdida de poder adquisitivo en la última década.
Estas jornadas de protestas pone contra las cuerdas al primer ministro Rishi Sunak, cuando apenas lleva unos meses en el cargo y que se ha propuesto salir de la crisis con un cambio de mentalidad de la población.
Sunak llamó el miércoles a la población a «cambiar de mentalidad», defendiendo que «ningún Gobierno y ningún primer ministro ha podido cambiar el país a su voluntad». «Los cambios requieren sacrificio y trabajo duro (…) los cambios serán duros y llevan tiempo», puntualizó.
Las últimas estadísticas mostraron que la tasa de inflación anual del Reino Unido se situó en el 10,7% a finales de noviembre, la más alta en casi 40 años, mientras que el salario real de los británicos cayó un 3% en 2022, el mayor descenso desde 1977, en medio de un elevado aumento del costo de vida.
