Roberto Hernández Montoya para Fuser News
No se puede gobernar con la pura coerción. Hace falta la ficción.
Paul Valéry
Viví bajo una dictadura, la de Marcos Pérez Jiménez, pero esta que se está instalando hoy en el planeta será peor y ya empezó.
Se inició por el principio: la justicia de excepción, por donde empiezan las dictaduras, afirmando que estamos ante un peligro tal, el Mal Absoluto, que requiere medidas excepcionales y drásticas. En este caso el mal absoluto es Putin, que amenaza a la humanidad entera y por eso se justifica pagarla hasta con el gato, literalmente porque los gatos rusos están prohibidos y quizás en peligro de extinción. Prohibido Dostoyevsky, el vodka y el tío Vania.
Son manías, me dirás, pero son el preámbulo de un proceso de exterminio. Ya que ni la ensalada rusa se permite, lo próximo es exterminar a quien la produce: la raza maldita de la faz de la tierra, para que no cree más productos nefandos como la montaña rusa y la execrable música de Chaicovsky o el Ballet Bolshói.
Por eso en los laboratorios biológicos que los Estados Unidos crearon y sostuvieron en Ucrania se investigaba un virus que ataca de preferencia a personas de genes eslavos para producir la primera bomba étnica de la historia. No exagero. Exageran quienes excluyen atletas rusos o prohíben hablar ruso. Y por cualquier duda todos los gérmenes serían diseminados por aves migratorias que viajan hacia Rusia.
No sé si Dios existe pero estoy seguro de que el diablo sí y de que es humano
La rusofobia es el nuevo antisemitismo y la rusa es la nueva raza maldita
Se prohíben los medios rusos, RT y Sputnik. Ya no podemos ver los magníficos razonamientos de Inna Afinogenova. Y no podemos contrastar las informaciones sino recibir un solo ángulo de las noticias. Como en las tiranías. No se permite ni una palabra que ose manchar la blanca túnica del Emperador.
Cárcel para los inteligentes
Se impone una sola imagen del mundo y se decreta la obligación de ser imbécil. Cualquiera que tenga el descaro de ser inteligente debe ir a la cárcel o a los campos de exterminio de esta nueva Solución Final, como la que condujo al nazismo al exterminio de razas «degeneradas». Ya un periodista llamó a la extinción de la prole rusa, acompañado de un retrato de Adolf Eichmann, a falta de uno del otro Adolf. Pero paciencia, ya vendrá.
¿Cómo es que el judío Zelensky promueve el nazismo? No sé. No me corresponde a mí explicar lo que es Zelensky quien tiene que aclarar. Eso en todo caso demuestra que el nazismo ni ninguna otra ideología es cuestión de raza sino de comportamiento, como el del sionismo con los palestinos. Me gustaría oír cómo explica Zelensky su nazismo. Supongo que es el mejor chiste de su carrera de cómico. Que no haga reír no le quita su condición de chiste. Malo.
Ya las redes sociales habían comenzado la censura. Hay palabras que no se pueden emitir so pena de sanciones diversas. Y para que el despotismo sea más implacable no te advierten qué palabras están prohibidas. En el totalitarismo te meten en prisión y nadie te dice la causa. Tú verás por qué fue. Examina tu conciencia y tal vez descubras la causa. O no.
Porque en la justicia de excepción la acusación equivale a la culpabilidad. Así operaba la Santa Inquisición. Y si no te quemaban en la hoguera te quedaba esa mancha por el resto de tus días. «Por algo sería que te acusaron». Mejor evitarte no sea que la cojan conmigo también. Imagino no solo el horror de la hoguera sino el de los descendientes que habrían de vivir con el estigma de descender de alguien que mereció ese severo suplicio.
El totalitarismo es totalista, como cabe esperar. La gramática de las computadoras no ve con beneplácito ciertos términos, como los referidos al sexo o a ciertas ideologías. Los diccionarios las omiten.
Puede sonar tonto pero ¿hay algo más tonto que una tiranía?