Este viernes el periodista estadounidense Joshua Goodman reveló nuevos documentos del Departamento de Justicia que dejan al descubierto a Bruce Bagley, “testigo clave” que en días previos intentaban señalar como “intermediario” del diplomático venezolano Alex Saab en las supuestas reuniones que sostenía con agentes estadounidenses años previos a su secuestro.
De acuerdo a la información divulgada por Goodman a través de su cuenta en la red social Twitter, Bagley ha sido acusado por la fiscalía de mentir cuando negó la firma de un documento donde aseguraba un gobernador colombiano no tenía vínculos con los paramilitares, el cual fue presentado ante el juzgado firmado y sellado por el profesor.
Ahead of sentencing prosecutors accuse Professor Bruce Bagley of, well, lying.
They cite a 2015 affidavit affirming that a Colombian governor had no paramilitary ties.
In seeking leniency, Bagley said he refused $25k to write such an affidavit because the politician WAS dirty. pic.twitter.com/eAzfZ3HcHG
— Joshua Goodman (@APjoshgoodman) November 12, 2021
Bagley, además de haber sido asesor del mismo Departamento de Justicia y el FBI, se ha visto inmiscuido en casos, donde como lo muestra el documento presentado por el periodista estadounidense ha prestado su nombre para la defensa de promotores y protectores del paramilitarismo colombiano, a los que luego de ser condenados, niega haber conocido y solicita la clemencia de tribunales.
Se repite la historia de Assange
El derribo de la credibilidad de este “testigo estrella” se asemeja al acontecido en el caso de Julian Assange, quien se encuentra bajo la persecución de Estados Unidos y su Departamento de Justicia bajo los argumentos esgrimidos por un “testigo clave” que terminó por declinar en su testimonio por no ser real.
Sigurdur Ingi Thordarson había afirmado en un principio que Assange le había pedido que espiara a los políticos y pirateara los ordenadores y posteriormente reconoció que estas declaraciones eran ficticias y las había hecho a cambio de garantías de inmunidad judicial por parte del Departamento de Justicia y la Oficina Federal de Investigación (FBI).
Tanto en el caso Saab, como Assange, se demuestra el actuar irregular por parte del Departamento de Justicia, que en su afán por crear casos “creibles” recurren a la forja de documentos y de testimonios de testigos estrellas cuyos testimonios se deshielan al ser sometidos al calor de la verdad.