La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) informó este lunes que el telescopio espacial James Webb llegó a su destino final, el punto 2 de Lagrange Sol-Tierra (L2).
https://twitter.com/NASAWebb/status/1485695028622209032
A un millón de millas de la Tierra, la maniobra final fue resultado de la activación de sus propulsores durante unos cinco minutos, que agregó a la velocidad del aparato tan solo 1,6 metros por segundo.
El James Webb fue lanzado el pasado 25 de diciembre mediante un cohete Ariane 5, con participación de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense (CSA), en un proyecto dirigido por la NASA.
El siguiente paso será alinear su óptica en un proceso que se extenderá por los próximos tres meses, tras esa etapa, científicos de la NASA estiman que el telescopio empezará a observar galaxias lejanas con una precisión todavía inédita.
«¡Webb, bienvenido a casa! Felicitaciones al equipo por todo su arduo trabajo para garantizar hoy la llegada segura de Webb a L2. Estamos un paso más cerca de descubrir los misterios del universo. ¡Y no puedo esperar para ver las primeras vistas nuevas del universo de Webb este verano!», comentó a través de su cuenta en Twitter Bill Nelson, administrador de la NASA.
Just in from the @NASAWebb team: All 18 primary mirror segments and the secondary mirror are now fully deployed!
Congratulations to the teams that have been working tirelessly since launch to get to this point. Soon, Webb will arrive at its new home, L2!#unfoldtheuniverse pic.twitter.com/QsIyr5AWii
— Bill Nelson (@SenBillNelson) January 19, 2022
Un punto de Lagrange permite a un objeto pequeño estar estacionado a una determinada distancia tanto de la Tierra como del Sol. En total, cada sistema de dos grandes objetos celestes tiene cinco puntos en esa puntuación. El posicionamiento del telescopio en el punto L2, a 1,5 millones de kilómetros detrás de la Tierra, permite protegerlo del calor excesivo del Sol y aumentar la capacidad de sus sensores, refiere RT.
El aparato, considerado el más potente y costoso de la historia, permitirá a los astrónomos ver el espacio con nuevos ‘ojos’ y acceder a rincones del universo hasta ahora inaccesibles. Asimismo, es cien veces más potente que su predecesor, el Hubble, que está a punto de cumplir 32 años en órbita.