Un día después que Alemania anunciara que su dotación de tanques de combate «Leopard 2» a Ucrania se concretará entre finales de marzo y principios de abril, Estados Unidos (EE.UU.) señaló este viernes que la entrega de sus tanques M1A2 Abrams al régimen de Kiev tardará meses.
«Sencillamente, no tenemos estos tanques disponibles en los depósitos estadounidenses y por eso tardaremos meses«, aseguró Sabrina Singh, portavoz adjunta del Pentágono.
La única planta estadounidense que produce tanques Abrams para su entrega a Ucrania está ahora totalmente abastecida con pedidos para Taiwán y Polonia, y la capacidad de su línea de producción es de solo 12 tanques al mes.
El 25 de enero, EE.UU. anunció el envío a Ucrania de un complejo de batallones de 31 modernos tanques Abrams de producción propia.
El mandatario de Kiev, Volodímir Zelenski, mantiene un desesperado pedido a Occidente por una “ayuda” militar acelerada que contemple equipos de combate de tecnología avanzada, que se compare en eficacia a los que utiliza Rusia en la operación especial que desarrolla desde hace 11 meses en territorio ucraniano.
El miércoles de esta semana, el canciller alemán Olaf Scholz aprobó el envío de los tanques de fabricación germana “Leopard 2” al régimen ucraniano y autorizó también a sus aliados a suministrarlos.
Sin embargo, al día siguiente el ministro de Defensa, Boris Pistorius, anunció que la entrega será entre finales de marzo y principios de abril.
Polonia ya entregó al régimen de Kiev unos 250 tanques T-72 y también se mostró dispuesta a suministrar otros 14 tanques Leopard 2.
La contraparte en el conflicto, Rusia, envió anteriormente una nota a los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sobre el suministro de armas a Ucrania.
El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, señaló que cualquier cargamento que contuviera armas para Ucrania sería un objetivo legítimo para Rusia. La Cancillería rusa advirtió que los países de la OTAN estaban «jugando con fuego» al suministrar armas al régimen de Kiev.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, subrayó que el suministro de armas a Ucrania desde Occidente no contribuía al éxito de las negociaciones ruso-ucranianas y tendría un efecto negativo.
