Redacción Fuser News con información de RT
Desde el 2010, productores del estado de Veracuz en México, emprendieron una revolución económica con la creación del túnim —que significa «dinero» en lengua totonaca—, una moneda que les permitió superar la falta de pesos mexicanos y se consolidó como la mejor alternativa para incentivar el comercio y la producción local en medio de las constantes crisis económicas.
«Porque hay productos, pero no hay dinero, entonces la gente no puede hacer uso de ellos porque no hay un papelito. Entonces decidimos hacer nuestros propios papelitos y con eso comprarnos nuestros propios productos», explicó Juan Castro, docente de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI) y uno de los cofundadores del túmin.
El proyecto de autonomía comunitaria y economía solidaria inició cuando estudiantes, académicos y productores de la UVI, del Centro de Investigación Intercultural para el Desarrollo (Ciides) y de la Red Unidos por los Derechos Humanos (RUDH) reunieron tres mil pesos, equivalentes a 243 dólares estadounidenses e imprimieron billetes de túnim para 100 socios iniciales.
Autonomía económica
A través del túnim se facilitaron los acuerdos entre agricultores, artesanos y comerciantes, sin las diferencias que se derivan de ponerle un valor a diferentes productos.
«Yo quiero tus manzanas, pero tú no quieres mis tomates, entones ya no hubo un trueque. Pero con el túnim que yo te doy, tú vas y compras lo que quieres, no se detiene el comercio», explicó Castro.
Los comercios y mercados que aceptan esta moneda usualmente tienen letreros con las leyendas: «Aquí se recibe túnim» y «Aceptamos túnim». Estos carteles también resumen, en unas cuantas palabras, la razón de ser de este proyecto: «El túnim es nuestro derecho», «Viva la economía de los pueblos» y «Otro mundo es posible».
Tras una década desde que los fundadores del proyecto comunitario crearon ese mundo posible, actualmente hay más de 2.200 socios, distribuidos en 20 estados de México.
Asimismo, la moneda comunitaria es aceptada para comercializar alimentos y bebidas; así como artesanías, medicamentos y productos naturistas, ropa y calzado, entre otros.
El profesor de la UVI comentó en entrevista para el medio informativo RT, que los ayuntamientos de Espinal y Teotitlán del Valle en Oaxaca también son socios del proyecto económico y es posible pagar las multas con túnim.
