Al menos 500 personas han perdido la vida a causa de las inundaciones en Nigeria, informó el secretario permanente del Ministerio de Asuntos Humanitarios, Gestión de Desastres y Desarollo Social, Nasir Sani-Gwarzo.
«Se ha registrado la muerte de más de 500 personas; 1.411.051 se han visto afectadas; el número de heridos superan los 1.500 y las personas desplazadas ascienden a 790.254», en lo que va de año, especificó el funcionario.
Sani-Gwarzo enfatizó que «las inundaciones de 2022 son sólo comparables con las de 2012 (las peores que ha sufrido el país) en términos de desplazamiento humano, afectación de los medios de subsistencia, daños a las infraestructuras y perturbación ambiental».
El Estado nigeriano aprobó un plan de respuesta, llevado de la mano con la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias (NEMA), a través del cual se ha proporcionado asistencia a 315.000 personas.
Embalses en riesgo de desbordamiento
NEMA advirtió sobre la posibilidad de inundaciones más catastróficas para los estados ubicados a lo largo del caudal de los ríos Níger y Benue, y explicó que «se esperaba que tres de los embalses sobrellenados de Nigeria se desbordaran», reseñó Telesur.
Recientemente, un bote en el que viajaban
80 personas, que intentaban escapar de las inundaciones, naufragó en el estado de Anambra, en el sureste del país.
Otro lamentable hecho ocurrió cuando al menos seis personas, incluido un niño, murieron en el distrito de Ibaji, el cual de acuerdo con su gobernador, Yahaya Bello, estaba «100 por ciento bajo el agua».
Entre tanto, la Sociedad de la Cruz Roja de Kogi comunicó que «muchas personas se han quedado sin hogar en Lokoja (…), ya que las casas quedaron sumergidas por las inundaciones», y aseguró que algunas de las principales carreteras de la ciudad capital quedaron sumergidas.