“Las alianzas tradicionales y el fujimorismo con Acción Popular, lo que han hecho es desgastar en todo momento esa posibilidad de cambio, de transformación en Perú con la Asamblea Constituyente, lo que finalmente se ha cumplido con este ‘impeachment’ a través de las instituciones”, afirmó el sociólogo y analista internacional español Aníbal Garzón.
En una entrevista para Fuser News, Garzón analizó los hechos que desembocaron en la destitución del presidente peruano Pedro Castillo, quien, desde su elección en junio de 2021, enfrentó la oposición de la derecha fujimorista que actualmente es mayoría en el Parlamento.
El 7 de diciembre de 2021 la vicepresidenta Dina Boluarte dijo que "Si al presidente lo vacan, yo me voy con el presidente"
Un año después, 7 de diciembre de 2022 hizo "Si al presidente lo vacan, yo me hago presidenta".
No hay mayor enemigo que el que está dentro. pic.twitter.com/CmAbdwGUED— Aníbal Garzón (@AnibalGarzon) December 8, 2022
Para Garzón, esta tercera moción de vacancia contra Castillo es el culmen de una estrategia de desgaste, que no le permitió “llevar a cabo diferentes políticas, incluso le impidieron salir a una que otra reunión internacional o algún evento, se veía totalmente ahogado por un Poder Legislativo controlado por el fujimorismo”, resumió.
“Es el fujimorismo vinculado con los intereses de Estados Unidos (EE.UU.) y los intereses de la Organización de Estados Americanos (OEA), que apoyó un golpe de Estado en Bolivia en 2019 y ahora que había dicho que apoyaba a Castillo y ahora le ha dado la espalda; son los intereses de Washington de generar finalmente una quiebra, una crisis de legitimidad de la izquierda peruana en año y medio, con una profunda división institucional y a nivel social”, dijo.
Divisiones internas
Además de las trabas de la derecha fujimorista al Gobierno de Castillo, Garzón apuntó que el otro ingrediente que contribuyó a su caída fueron las divisiones internas dentro de su propio partido, Perú Libre.
“Dentro del Partid Perú Libre, de 15 miembros en el Parlamento, cinco votaron a favor de la destitución, tres en contra, tres abstenciones y otros seis no asistieron, esto quiere decir que no solo ha sido a nivel de la oposición política, sino que también ha habido un quiebre dentro de Perú Libre”, precisó el analista.
Garzón explicó que la grieta dentro del partido se dio porque un sector “veía que Pedro Castillo no estaba cumpliendo con su programa -que era un programa dentro de un partido marxista-, donde tenía que llevar a cabo relevantes reformas estructurales y no había hecho ningún cambio importante, incluso muchos del ala dura se habían salido del partido o habían sido excluidos por Castillo”, recordó.
La máxima demostración de la fractura partidista es que la propia vicepresidenta, Dina Boluarte, le quitó su apoyo al mandatario y asumió la Presidencia, “porque ella misma ha sido crítica con Pedro Castillo (…) La misma vicepresidenta es del mismo partido ha aceptado ese golpe de Estado contra el presidente elegido en junio de 2021”.
Qué no se olvide nunca, el enemigo también puede estar dentro. #Peru #PeruGolpeDeEstado pic.twitter.com/I1aNzhRc63
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Pacto con la derecha
Garzón señaló que un tercer aspecto de la crisis política peruana es que “Castillo no solo había hecho alianzas con la derecha, también con Verónika Mendoza (Partido Nacionalista Peruano) que también es otra izquierda dentro de Perú, pero los conflictos internos le llevaron a perder legitimidad dentro de su propio partido”.
“En un año y medio era la tercera vez que había una votación para echar al Ejecutivo del Gobierno, por tanto, hay una quiebra entre el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo. (…) Lo que ha intentado Pedro Castillo ha sido avanzar descentralizar el Congreso y llevar a cabo elecciones legislativas, lo que fue visto como un autogolpe”, explicó.
El hilo del Presidente colombiano Petro sobre el caso de Perú es más que recomendable. Una breve clase magistral de análisis exhaustivo sobre la coyuntura latinoamericana. https://t.co/gkSyxT4an8
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Perspectivas
El sociólogo español recordó además que lo sucedido con Castillo no es una novedad en Latinoamérica: “ocurrió en Paraguay en 2012 contra Fernando Lugo, con Dilma Rousseff en Brasil en 2016”.
Acerca del futuro político de Perú, Garzón indicó que en algún momento se realizarán elecciones “con este juego sucio del lawfare, de la persecución de la derecha, la oligarquía peruana boicoteará cualquier proceso de cambio y de trasformación, porque siempre han tildado a los movimientos de izquierda y de progresismo como seguidores de Sendero Luminoso”.
“Se verá hacia dónde ira Perú, si los golpistas con su represión, con su poder mediático, quebrarán esa posibilidad que se dio en Perú de un cambio en 2021”, finalizó.
Mientras México deja claro que en Perú hubo estrategia golpista de las élites contra Castillo desde el inicio y anula la reunión de Alianza del Pacífico, EEUU ha aceptado rápidamente al nuevo gobierno golpista. El golpe en Perú es una batalla más entre el imperio y los pueblos pic.twitter.com/nJtiOSmecO
— Aníbal Garzón (@AnibalGarzon) December 8, 2022
