Un nuevo informe del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea indica que la sequía que experimenta el continente se agravará con temperaturas bastante altas y sostenidas, durante todo agosto.
Italia es uno de los países más afectados, así como el sur de Francia y amplias zonas de España y Portugal, refiere el estudio que también confirmó que los largos periodos sin lluvia tendrán un efecto devastador en toda Europa.
«Nuestros análisis apuntan efectivamente a caudales extremadamente bajos que afectan a casi todos los ríos europeos. Sólo por mencionar algunos: el río Rin, por ejemplo, que está causando grandes problemas en Países Bajos», dijo Andrea Toreti, investigador del Centro.
La peor sequía
Por su parte, Francia se encuentra inmersa en su cuarta ola de calor en lo que va de verano. El gobierno afirma que el aumento de las temperaturas y la falta de lluvia están provocando la peor sequía registrada.
El calor está secando los cultivos de lavanda y el girasol. Se espera que la ola de calor, que comenzó en el sur, se extienda por todo el país y dure hasta el fin de semana.
El río Loira, que transcurre por Francia y surte a la central nuclear de Belleville situada a orillas del afluente para una mejor refrigeración, es afectado por la sequía, lo que conlleva a la central a reducir su producción y a generar menos electricidad.
Incluso en el Reino Unido, que no es conocido por sus veranos calurosos, se ha emitido de nuevo un aviso de calor extremo de más de 35 grados durante cuatro días para el sur y el centro de Inglaterra a partir del jueves por la noche.
Algunos embalses registran niveles bajos de agua. Ante la situación, el Gobierno británico limitó el uso de las mangueras en todo el país.
El Támesis, que forma parte de Londres, nace en el suroeste de Inglaterra y este veran, tiene unas condiciones devastadoras, comienza más de 8 kilómetros aguas abajo de su punto de partida oficial.
Europa en crisis
Sumado a las huellas del cambio climático, entre ellas: Inundaciones, sequías, incendios y temperaturas altas récord, los países de Europa se enfrentan a las consecuencias de las sanciones impuestas a Rusia, que impiden la importación de carbón y petróleo de la nación euroasiática, medidas restrictivas que parecen poco inteligentes, pues causan un efecto búmeran.
Casi el 70% de las importaciones de carbón térmico de la Unión Europea, que se utiliza para generar electricidad, provienen de Rusia, multiplicadas en las últimas décadas, por ser materia prima esencial.
El veto al carbón ruso que entro en vigencia este miércoles, podría infligir más dolor a los 27 miembros de la UE, que ya se tambalean por la escasez de energía y los altos precios del petróleo y el gas.
El carbón, combustible fósil, sigue representando alrededor del 15% del mix eléctrico de Europa.