Ante la prolongada ausencia de lluvias y las altas temperaturas, varias comunidades de España se vieron obligadas a imponer restricciones en el consumo de agua, especialmente en Galicia, Cataluña y Andalucía, mientras los embalses se encuentran al 40,4% de su capacidad.
Entre las medidas establecidas por los gobiernos autonómicos y municipales con las que buscan garantizar el abastecimiento de agua para el consumo humano, se encuentran cortes de suministro nocturnos, cierre de duchas en las playas, prohibición de regar, llenar piscinas y lavar autos.
Estado de alerta
Galicia es una de las comunidades autónomas más afectadas por la sequía. Localidades como Pontevedra de Poio, Sanxenxo, Marín, Bueu y Pontecaldelas se preparan para un empeoramiento y un eventual estado de alerta que implicaría el corte nocturno del suministro de agua.
En algunos municipios, la situación por las altas temperaturas también provocó que las autoridades prohíban usos que no sean los esenciales, como cocinar y el aseo personal e incluso, advierten de multas en caso de incumplir estas obligaciones, mientras se reportan la existencia de pozos secos.
El alcalde de la localidad de Baltar, José Antonio Feijóo, dijo que nunca tuvieron “problemas de abastecimiento de agua, siempre hubo agua, procedente de las captaciones de la sierra, situadas a unos mil metros de altura, y este año la de Serra do Larouco, están prácticamente inservibles».
En este contexto, Catuluña también limitó el consumo de agua en 150 municipios a 200 litros por persona al día, dada la situación de sequía que se vive, con los embalses al 43% de su capacidad, según datos del 31 de julio.
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, hizo un llamado a la ciudadanía a «hacer un uso racional del agua» en la vida cotidiana «para evitar que los efectos de la sequía se agraven».
Asimismo, Andalucía con los embalses por debajo de la capacidad necesaria para abastecer a la población en los próximos meses, aplica restricciones en algunas provincias.
La escasez de agua ha llevado a algunos agricultores a sacrificar parte de sus plantaciones de aguacates para salvar el resto, mientras que peligra la producción de la aceituna de mesa. España es el tercer mayor productor agrícola de la Unión Europea, al menos el 70% del agua potable se destina a la agricultura.
Mientras el cambio climático se hace sentir en toda Europa, las graves sequías y la escasez de lluvias obligaron a restringir el agua en los países del sur del continente. Los Gobiernos piden a los ciudadanos que limiten al mínimo el uso del agua, pero, en algunos lugares, esto no es suficiente.