Mientras el presidente ucraniano Volodímir Zelenski tiene que recurrir a sus aliados en Occidente y Asia-Pacífico para financiar la guerra con Rusia, el líder ruso Vladimir Putin apenas si ha tocado una pequeña cantidad de sus recursos en 15 meses de conflicto.
Según el más reciente análisis del semanario británico The Economist, Rusia ha destinado el 3% de su Producto Interno Bruto (PIB) en gasto de guerra directo, lo que equivale a 62 mil millones de euros al año.
Russia’s budget is murky—especially its military one. So our estimate of what the country is spending on invading Ukraine is imprecise. But, in consultation with various experts, and using our own analysis, we have come up with a figure https://t.co/y0qW8Y0cwp
— The Economist (@TheEconomist) May 31, 2023
Incluso, pese a las sanciones implementadas para intentar debilitar a Moscú desde el inicio del conflicto, la economía rusa “se está manteniendo mucho mejor de lo que casi nadie esperaba”, reconoció la publicación.
La cifra arrojada por The Economist se refiere a una comparación de las previsiones de gasto en defensa del país antes de la operación militar con el gasto real, y resulta irrisoria en comparación con el gasto de 61% del PIB de la entonces Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial.
Estados Unidos (EE.UU.) gastó casi la mitad de su PIB en la guerra al mismo tiempo.
European defence spending went up by an impressive-sounding 13% last year, according to SIPRI, a think-tank; but around two-thirds of that was eaten up by inflation, and the number also includes Russia and Ukraine https://t.co/qKXWMuVER9
— The Economist (@TheEconomist) May 7, 2023
Razones de peso
De acuerdo a la publicación, hay tres razones para que Rusia tenga pocos gastos en el desarrollo del conflicto con Ucrania, y la primera es de índole política, en virtud de que Moscú ha señalado desde un principio que se trata de una operación militar especial para la desnazificación del Donbás y la defensa de las repúblicas de Lugansk y Donetsk, no una guerra.
En segundo término, The Economist apunta que Rusia busca que la guerra tenga el menor efecto posible en el costo de la vida de sus ciudadanos, a diferencia de sus vecinos europeos.
“Imprimir dinero estimularía la inflación, erosionando los niveles de vida; recargar los bancos con deuda pública podría tener un efecto similar; los aumentos de impuestos o un gran cambio en el gasto público hacia la defensa también afectarían los ingresos personales”, dice el reporte.
El medio @BusinessInsider se preocupa porque la guerra de Ucrania "le cuesta muy poco" a Vladimir Putin.https://t.co/09h6yncpkS pic.twitter.com/GrsI6H8EuF
— Roi Lopez Rivas (@RoiLopezRivas) June 2, 2023
Putin declaró recientemente que “la defensa nacional es la máxima prioridad, pero al resolver tareas estratégicas en esta área, no debemos repetir los errores del pasado y no debemos destruir nuestra propia economía”.
Por último, el semanario mencionó el avance militar y la “economía de la defensa”. Las fuerzas armadas son mucho más eficientes que antes, se necesitan menos personas y las máquinas son cada vez más precisas, por lo que demandan una porción menor del PIB que hace 70 años.