El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, afirmó que entre Rusia y el bloque transatlántico existen diferencias significativas sobre la situación en Ucrania y la seguridad en Europa que «no serán fáciles de superar».
Stoltenberg rechazó la propuesta rusa sobre la no expansión y no militarización de sus miembros recientes, negó que la ampliación sea un acto agresivo y, por el contrario, afirmó que está dispuesto a dialogar con Moscú sobre las limitaciones de misiles en Europa.
No obstante, calificó como positivas las iniciativas de diálogo entre los aliados de ambas partes para «trabajar en esta situación sustancial».
«La OTAN dejó claro en la reunión que estamos dispuestos a una serie de encuentros sobre una amplia gama de temas, incluidos los misiles y las limitaciones recíprocas verificables en materia de misiles en Europa», dijo.
Misiones en Bruselas y Moscú
Como aspecto positivo, Rusia y la OTAN manifestaron su interés en reabrir sus misiones en Bruselas y Moscú, respectivamente. La reunión constituye la segunda etapa de un plan de negociaciones tripartitas entre Rusia y Occidente para abordar estos asuntos de seguridad.
La postura de Rusia quedó plasmada el lunes luego del diálogo con la delegación estadounidense en Ginebra. Entonces, el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, resumió como imperativo las consideraciones sobre la no expansión de la OTAN, las garantías legales contra el despliegue cerca de las fronteras rusas, y que se abandone el desarrollo material de los territorios de los Estados que ingresaron a la Alianza después de 1997.