Presión psicológica
El desplazamiento de soldados fue inmediatamente denunciado por la presidencia ucraniana como un medio de «presión psicológica» del gobierno ruso, que ha concentrado desde noviembre más de 100.000 soldados en la fronteras con Ucrania.
«Creemos que la acumulación de tropas cerca de nuestras fronteras es un medio de presión psicológica de parte de nuestros vecinos», dijo el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski y denunció el hechgo como una «presión psicológica».
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian, calificó las maniobras como «un gesto de gran violencia», mientras que el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, dijo que representan un «momento peligroso» para la seguridad de Europa.
En la víspera de las maniobras, el ejército ruso difundió un video que muestra sistemas antiaéreos S-400 apuntando sus misiles al cielo desde un campo cubierto de nieve en la región de Brest, destacó la AFP.
Ucrania se niega a implementar los acuerdos de Minsk
El Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, informó a la Secretaria de Relaciones Exteriores británica, Liz Truss, de la reticencia de Ucrania a implementar los Acuerdos de Bielorrusia, dijo el canciller en una conferencia de prensa posterior a sus conversaciones con Truss.
«Explicamos detalladamente la situación en torno a la renuencia de Kiev a implementar los Acuerdos de Minsk, ya que el régimen ucraniano no solo no está dispuesto a cumplirlos sino que los rechaza abiertamente», señaló Lavrov.
Según él, Rusia también explicó qué pasos están tomando «para convencer a aquellos que tienen influencia en el régimen de Kiev para hacer que [el presidente ucraniano Vladimir] Zelensky y su gobierno implementen sus obligaciones bajo los Acuerdos de Minsk, que fueron consagrados en el Consejo de Seguridad de la ONU. resolución», afirmó Lavrov.
Agregó que Moscú y Londres interpretaron los acuerdos de Minsk de manera diferente. «Tenemos diferentes interpretaciones de los Acuerdos de Minsk, aunque no entiendo cómo es posible tener diferentes interpretaciones de lo que está escrito en blanco y negro», señaló el máximo diplomático ruso.