El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia prohibió la entrada al país del primer ministro de Japón, Fumio Kishida, y a otras 62 personalidades de la nación asiática, en respuesta recíproca al conjunto de sanciones impuestas desde Tokio contra Moscú.
Un comunicado de la cartera diplomática reseña que la decisión “de prohibir permanentemente el ingreso a la Federación Rusa” aplica contra 63 ciudadanos japoneses, cuya lista está encabezada por el primer ministro Kishida y seguido de los ministros de Exteriores, Yoshimasa Hayashi; el general del Gabinete, Hirokazu Matsuno; y el titular de Defensa, Nobuo Kishi.
A parte de los líderes del Ejecutivo japonés, también están incluidos legisladores, directores de medios de comunicación y profesores universitarios.
La nación euroasiática argumentó que la administración de Kishida “lanzó una campaña antirrusa sin precedentes” y que permite una retórica inaceptable contra el país, incluidas las calumnias y las amenazas directas.
“Se hace eco de figuras públicas, expertos y representantes de los medios de comunicación de Japón, que están completamente sesgados con las actitudes de Occidente hacia nuestro país”, acota el escrito oficial.
El Kremlin advierte que Tokio está tomando medidas prácticas destinadas a desmantelar los lazos de buena vecindad, las cuales atentan contra la economía y el prestigio internacional de Rusia.
Las relaciones diplomáticas entre Tokio y Moscú atraviesan un momento crítico, una vez que Japón se sumara a la política de sanciones de Occidente y expulsara a principios de abril a ocho diplomáticos rusos de su país, bajo una supuesta medida de presión por la operación especial militar en el territorio ucraniano.
Además, Japón impulsa dentro del G7, grupo económico y político de las naciones más poderosas del mundo, las medidas coercitivas contra la industria y el financiamiento de Rusia a nivel global.