Rusia anuncia haber recibido garantías de EE.UU. sobre el acuerdo nuclear con Irán, según las cuales, embargos antirrusas no afectarán a su cooperación con Teherán.
“Obtuvimos garantías por escrito. Se incluyeron en los acuerdos para relanzar el Plan Integral de Acción Conjunta sobre el programa nuclear de Irán”, ha puesto de relieve el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, en una rueda de prensa conjunta con el canciller iraní, Hosein Amir Abdolahian, mantenida en Moscú, capital rusa.
Lavrov ha asegurado que gracias a las garantías recibidas, ninguna de las sanciones “ilegítimas”, incluidas las impuestas por Occidente en su contra por el conflicto de Ucrania, podrá afectar las cooperaciones entre Moscú y Teherán ni siquiera en proyectos de energía nuclear.
Además, el jefe de la Diplomacia rusa ha condenado las sanciones antiraníes, aseverando que son perjudiciales para los ciudadanos comunes del país persa.
En relación a su reunión con Amir Abdolahian, Lavrov ha considerado las negociaciones, celebradas en un “ambiente tradicionalmente amistoso”, como “francas y concretas”, y “muy útiles”, para luego abogar por continuar “la elaboración de un nuevo gran tratado bilateral”.
El pasado 5 de marzo, Lavrov informó que Moscú había solicitado a Washington garantías por escrito –al menos a nivel del secretario de Estado– de que las sanciones impuestas en su contra, tras el inicio de la operación militar rusa en Ucrania, no infringirán derechos de Rusia “de libre y plena cooperación comercial, económica, de inversión, militar y técnica con la República Islámica de Irán”, que se establecieron en el convenio nuclear.
El encuentro ha tenido lugar en medio de las conversaciones de Viena, destinadas a levantar los embargos contra el país persa y revitalizar el pacto nuclear, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés).
Irán y el Grupo 4+1 (el Reino Unido, China, Francia, Alemania y Rusia) anunciaron el viernes una pausa en los diálogos, que, según Teherán, podría proporcionar un “impulso” para resolver las cuestiones que aún faltan. Teherán cree que es necesario que Washington, que participa en los diálogos de forma indirecta, debido a su retirada en 2018, tome una “decisión política” para resolver tales cuestiones.
