De mantener una tendencia positiva en el aumento de la demanda mundial de la harina de soja, Rusia podría, como mínimo, duplicar sus exportaciones sobre este rubro, según un informe de Agroexport, organismo del Ministerio de Agricultura para el Fomento de la Agroexportación.
«Rusia es uno de los mayores exportadores mundiales de harina de soja y está en el Top 10, con más de 400.000 toneladas anuales. Si se mantiene la tendencia positiva del crecimiento de la demanda mundial de la harina de soja, las exportaciones rusas podrían superar las 900.000 toneladas», señaló el ente.
La harina de soja es un subproducto extraído del aceite de esas semillas y por su alto contenido de proteínas se usa tradicionalmente en la alimentación animal.
El país euroasiático exportó, en 2022, 585.900 toneladas de harina de soja, de las cuales 189.000 fueron destinadas a Alemania.
Aunque en 2022 las exportaciones cayeron un 19,7% frente a 2021, los envíos rusos del producto crecieron un 9,1% anual entre 2018 y 2022.
Además, Rusia también exporta harina de soja a Türkiye, Uzbekistán, Azerbaiyán y otros países de la región.
Mientras que Indonesia, Filipinas, Tailandia y Vietnam -en el Sudeste Asiático-, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos e Irán -en el Medio Oriente-, y Argelia y Sudáfrica -en el continente africano-, así como a China, son vistos por los expertos como mercados prometedores.
Según estimaciones preliminares, en la campaña 2022-2023 Rusia producirá 3,9 millones de toneladas de harina de soja, lo que supone un aumento de casi el 40% en comparación con los 2,9 millones de toneladas en la temporada anterior.
