A menos de una semana de la expiración del acuerdo de exportación de granos entre Ucrania y Rusia, Moscú advirtió que no actuará a detrimento de sus intereses de lo contrario, el pacto dejará de existir.
La iniciativa que ha permitido llevar a los mercados mundiales 30 millones de toneladas de cereales y otros productos agrícolas a través del mar Negro, con apoyo de un centro de coordinación en Estambul, Turkiyé, está en riesgo y podría no prolongarse afectando a gran parte de África, Miedo Oriente y Asia.
Rusia insistió en que su extensión solo será posible si se resuelven los obstáculos a sus propias exportaciones agrícolas y las exigencias en cuanto al suministro de fertilizantes, pues acusa a Ucrania de bloquear la reactivación de la tubería para proveer amoniaco Togliatti-Odesa, paralizada desde hace más de un año.
«Para que haya un acuerdo, una conversación entre los dos presidentes no ayudará. Para que este acuerdo se produzca, es necesario aplicar la segunda parte del acuerdo, relativa a Rusia», precisó el portavoz presidencial, Dmitri Peskov, durante una rueda de prensa este viernes.
El funcionario insistió que no hay nada que comunicar todavía sobre las rondas de negociaciones celebradas el miércoles y jueves en Turkiyé con intermediación de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
En días pasados el secretario general de la ONU, António Guterres, aseguró que la comida y los fertilizantes rusos son esenciales para la seguridad alimentaria global.
“Necesitamos una acción urgente para evitar la hambruna en un creciente número de lugares en el mundo”, dijo.
En caso que el acuerdo caduque este sábado, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alertó que el primer impacto sería el aumento de los precios de los granos, lo que agudizaría la crisis alimentaria global.
Prórroga sujeta a levantamiento de sanciones
El pacto original sería renovado cada 120 días, pero en marzo, Rusia anunció que solo acordaba una extensión de 60 días sino se cumplían sus demandas acerca de la exportación de sus productos agrícolas.
Los pedidos de Moscú implican la reconexión del Banco Agrícola de Rusia al sistema de pago global SWIFT, así como el levantamiento de las restricciones sobre los seguros marítimos, entre otros aspectos.
En septiembre pasado, el presidente Vladimir Putin señaló que se trata de un acuerdo “sofisticado y astutamente elaborado cuando parece que no hay sanciones, pero hay restricciones relacionadas con la logística, el flete de embarcaciones, la financiación y los seguros”, expresó.
