Nikolai Patrushev, secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, afirmó que el incidente del martes entre un dron militar estadounidense y un avión caza ruso en el Mar Negro constituye «otra confirmación» de la participación directa de Estados Unidos (EE.UU.) en el conflicto de Ucrania y que intentarían recuperar los restos de la aeronave no tripulada.
«Los norteamericanos están diciendo todo el tiempo que no participan en los combates, pero acaba de confirmarse una vez más que participan en la guerra de forma directa«, apuntó.
El dron fue derribado por las mismas fuerzas norteamericanas, luego que una de sus hélices quedara severamente afectada al supuestamente ser golpeada por un avión de combate ruso Su-27.
“No sé si podemos recuperarlos o no, pero ciertamente tendremos que hacerlo y nos ocuparemos de eso”, señaló Patrushev. “Ciertamente espero tener éxito”.
Sergei Naryshkin, jefe del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, aseguró que su país tiene la capacidad tecnológica para recuperar los fragmentos del dron de las profundidades del Mar Negro.
Este miércoles temprano, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, repitió la declaración del Ministerio de Defensa de Rusia de que los aviones rusos no usaron sus armas ni impactaron contra el dron estadounidense de vigilancia MQ-Reaper.
El alto funcionario del Gobierno de Putin reconoció que las relaciones entre EE.UU. y Rusia están en su punto más bajo, pero “Rusia nunca ha rechazado un diálogo constructivo, y no lo rechaza ahora”.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU., John Kirby, explicó que el dron aún no se había recuperado y no estaba claro si lo haría, pero EE. UU. “tomó medidas para proteger la información y minimizar cualquier esfuerzo de cualquier otra persona para explotar ese dron en busca de contenido útil”.
En el Pentágono, el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, afirmó que su país “continuará volando y operando donde lo permita el derecho internacional”.