El representante permanente de Rusia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Dmitri Polianski, afirmó que los países occidentales ejercieron una gran presión sobre los miembros del Consejo de Seguridad antes de la votación sobre la resolución redactada por la nación euroasiática que pide una investigación acerca del sabotaje de los gasoductos Nord Stream.
«Creo que todos los demás (los que se abstuvieron y que no pertenecían al campo occidental) tenían un poco de miedo de apoyarnos abiertamente. Como siempre, hubo una fuerte presión de nuestros exsocios occidentales. Dejaron absolutamente claro que no estaban interesados en una votación que apoyara la posición rusa», indicó Polianski.
El alto funcionario ruso indicó que la presión por parte del Consejo de Seguridad de la ONU era una señal positiva porque demuestra que existe el deseo de que se lleve a cabo una investigación operativa y transparente sobre el sabotaje a los Nord Stream.
Varios miembros del Consejo de Seguridad esperan que Dinamarca, Alemania y Suecia la realicen sin demora, destacó a Sputnik el embajador permanente de Rusia ante la ONU.
«Muchos miembros del Consejo de Seguridad de la ONU manifestaron claramente que están a favor de una investigación transparente y, yo diría, operativa. Así que hubo muchas señales a las autoridades de Dinamarca, Suecia y Alemania para que completaran la investigación e informaran al Consejo de los resultados concretos», refirió.
Reiteró que existe «una especie de presión» por parte de los miembros del Consejo que se abstuvieron, pero al mismo tiempo defendieron la necesidad de avanzar la investigación con mayor rapidez y aclarar muchos detalles.
Resolución desaprobada
La declaración de Polianski surgió luego que el lunes el Consejo de Seguridad de la ONU no aprobara una resolución redactada por Rusia en la que se pedía una investigación dirigida por el organismo internacional sobre el ataque a los gasoductos Nord Stream. China, Rusia y Brasil votaron a favor de la resolución y todos los demás miembros se abstuvieron.
El 26 de septiembre de 2022, tres de los cuatro ramales de los gasoductos rusos Nord Stream 1 y 2 fueron saboteados con cargas explosivas en el fondo del mar Báltico cerca de una isla danesa y frente a las costas suecas.
Una investigación periodística realizada por Seymour Hersh reveló que buzos militares de Estados Unidos colocaron las cargas explosivas bajo los gasoductos rusos en junio de 2022, durante los ejercicios Baltops de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
