El fiscal general ruso, Ígor Krasnov, afirmó que las armas occidentales suministradas a Ucrania ya están apareciendo en el mercado negro, mientras refirió que Rusia inició miles de casos penales por «el exterminio que el régimen de Kiev realiza sobre la población de Donbás».
«Se registra una circulación de armas y municiones casi descontrolada, muchas de las cuales, principalmente occidentales, comenzaron a aparecer en el mercado negro», dijo Krasnov en reunión de trabajo con su homólogo de Kirguistán, Kurmanul Zulushev.
El Fiscal señaló que Moscú advirtió reiteradamente que los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) están «jugando con fuego» al suministrar armamento a Ucrania.
En junio, el jefe de la delegación rusa en las negociaciones en Viena sobre la seguridad militar y control de armas, Konstantín Gavrílov, señaló que las armas que Estados Unidos (EE.UU.) y sus aliados de la Unión Europea (UE) entregan a Ucrania ya se circulan para la venta en el mercado negro y se envían al Oriente Medio.
Los europeos no entienden que «están jugando con el fuego», porque esas armas pueden caer en manos de los terroristas, comentó el diplomático.
Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó en marzo que cualquier cargamento que contenga armas para Ucrania sería un objeto de ataque legítimo para Rusia.
Los intentos de saturar a Ucrania de armamento no favorecen las conversaciones ruso-ucranianas ya que tendrán un efecto negativo, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Numerosos países occidentales respondieron a la decisión de Rusia imponiéndole sanciones y apoyaron a Kiev con suministro de armas.
Según el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, Occidente ha entregado más de 28.000 toneladas de armas a Ucrania con el objetivo de «prolongar el conflicto» y desangrar a Rusia.
Recientemente, la Casa Blanca anunció un nuevo paquete de ayuda militar por 270 millones de dólares adicionales a Ucrania, que incluirá sistemas de cohetes de mediano alcance y drones tácticos.