Autoridades del archipiélago de Hawái reportaron este jueves al menos 36 muertos y casi 300 estructuras impactadas por los incendios forestales que consumen a la isla de Maui, que han calificado como “apocalípticos”.
Gran parte de Lahaina, un centro turístico y económico de 9.000 habitantes, ha quedado destruido y cientos de familias desplazadas, dijo el gobernador de Hawái, Josh Green. Las autoridades locales han documentado daños generalizados en la ciudad, el puerto y las áreas circundantes, mientras un equipo federal ayuda con la búsqueda y el rescate de víctimas.
La mayoría de los incendios de Maui, alentados por los violentos vientos del huracán Dora, que se propagó a más de 1.200 km de distancia, aún no han sido controlados, según el alcalde Richard Bissen Jr.
Cientos de personas han sido evacuadas de sus hogares para preservar sus vidas, mientras que miles de turistas se encuentran varados en el aeropuerto, que excedió su capacidad para transporte debido a la alta demanda de usuarios que quieren abandonar el territorio insular.
Según medios locales, los incendios se han visto avivados por los fuertes vientos del huracán Dora, lo que hizo que las llamas avanzaran muy rápidamente y obligó a evacuaciones generalizadas y a cerrar carreteras y escuelas. Unas 2.100 personas se encuentran en refugios a lo largo de la isla.
El fuego más importante comenzó a extenderse el martes en el pueblo de Lahaina, uno de los más populares entre los turistas, y obligó a muchos habitantes a resguardarse en el océano para escapar de las llamas y del humo. Los rescató después la Guardia Costera.
Los incendios también afectan a Kula, otra zona de Maui, así como a la península de Kohala, en la isla de Hawái.
El martes, la vicegobernadora Sylvia Luke activó a la Guardia Nacional del archipiélago para la asistencia en tareas de evacuación y respuesta a la catástrofe y declaró un periodo de ayuda de emergencia que estará vigente hasta el 15 de agosto.