Este miércoles, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, sostuvo una conversación telefónica con el primer ministro británico, Boris Johnson, en la que reiteró «el sabotaje persistente» por parte de Ucrania de los acuerdos de Minsk.
En su comunicado, el Kremlin precisó que ambos mandatarios intercambiaron pareceres «en el contexto de la crisis interna ucraniana», y sobre las garantías jurídicas de seguridad a largo plazo formuladas por Moscú ante Estados Unidos (EE.UU.) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Durante su diálogo con el jefe del Gobierno británico, Putin se refirió a la reticencia de la OTAN a la hora de «reaccionar adecuadamente» a las preocupaciones de Moscú, en virtud de la política de puertas abiertas que maneja la Alianza Atlántica para aceptar nuevos miembros, algo que va en contra del «principio fundamental de la indivisibilidad de la seguridad», según Rusia.
Reino Unido defiende adhesión
Desde la página oficial del Ejecutivo británico se ratificó que la OTAN es una alianza defensiva basada en la política de puertas abiertas, lo que justificaría el derecho de Kiev de aspirar a adherirse al bloque militar.
La conversación entre Putin y Johnson ocurre un día después de la visita del primer ministro británico a Kiev, donde reiteró el compromiso de su país con «la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Ucrania».
Rusia ha rechazado repetidamente las acusaciones de Occidente sobre presuntos planes de invasión, alertando que podrían servir de ocultamiento para potenciales planes agresivos de Kiev dirigidos a solventar la situación en la región de Donbass por la fuerza.
Los acuerdos de Minsk fueron sellados en 2015 en el marco del Cuarteto de Normandía para frenar el conflicto en el este de Ucrania y buscar una solución pacífica.