Durante una reunión sobre economía con altos funcionarios del Gobierno, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó este lunes que la situación presupuestaria del país es ahora mejor que la de muchos países del G20.
«La táctica de guerra relámpago económica (…) no funcionó, eso es obvio para todos a estas alturas», subrayó Putin al referir que los intentos de Occidente de presionar a la economía rusa se han visto frustrados, refiere el portal web de RT.
Pocos profesionales
El mandatario ruso calificó las acciones de los países no amistosos contra Rusia de «imprevisibles», mientras dijo que «es evidente que son poco profesionales y, por lo tanto, impulsivos, lo que significa una razón más para que trabajemos dentro de nuestra propia lógica, para mantener la iniciativa», expresó.
Rusia logró aplicar «medidas de protección eficaces rápidamente» y poner en marcha «mecanismos para apoyar a las principales empresas de importancia sistémica, así como a las pequeñas y medianas empresas», afirmó el jefe de Estado.
«Hemos evitado una fuerte recesión económica y hemos conseguido estabilizar la inflación rápidamente», indicó el presidente, al agregar que se prevé que la inflación en Rusia se situé en torno al 12% a finales del año.
«Nuestros expertos (…) creen que la tendencia a la baja de la inflación continuará», destacó, al tiempo que aseveró que la economía del país ha empezado a crecer. Putin afirmó que el proceso de «desdolarización» de la economía rusa es «inevitable».
Según el Banco de Rusia, la economía del país se está adaptando a la nueva situación y entre mayo y junio mostró signos de estabilización. El índice de gestores de compra (PMI), un indicador económico que incluye informes y encuestas mensuales de empresas manufactureras del sector privado, volvió a situarse por encima de 50 en junio, tras haberse desplomado hasta los 37,7 puntos en marzo, lo que supone un crecimiento en expansión.
Por la venta de gas y petróleo, Rusia estaría ingresando alrededor de mil millones de dólares al día.