Durante su mensaje a la nación, el presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin, calificó la incorporación de Ucrania a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como una amenaza directa a la seguridad de su país y aseguró que representantes de Estados Unidos (EE.UU.) no consideran las hostilidades activas actuales para continuar promoviendo su adhesión.
“La OTAN simplemente escupe sobre los temores de Rusia por su seguridad, pero Moscú no estará de acuerdo con esto», destacó.
En este contexto, el mandatario denunció que después que Washington rompió el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio y Menor, el Pentágono empezó a trabajar en el desarrollo de una gama de armas de ataque con base en tierra, “incluyendo misiles balísticos capaces de alcanzar objetivos a una distancia de hasta 5.500 kilómetros”.
Alertó que, si estos sistemas se despliegan en Ucrania, podrían alcanzar objetivos en todo el territorio de Rusia, así como más allá de los Urales, la frontera natural entre Europa y Asia.
Putin explicó que el despliegue de instalaciones de reconocimiento por radar en territorio ucraniano permitirá a la OTAN controlar estrechamente el espacio aéreo ruso.
“Un misil de crucero Tomahawk podrá alcanzar Moscú en menos de 35 minutos, los misiles balísticos de la región de Járkov en 7-8 minutos y las armas hipersónicas en 4-5 minutos. Es como un cuchillo en la garganta. Y ellos, no me cabe duda, esperan poner en práctica estos planes», dijo.
Finalmente, el jefe de Estado reconoció que si bien cada nación tiene derecho a formar alianzas militares no se puede reforzar la seguridad propia a expensas de otros Estados e insistió que los sistemas de control de las tropas ucranianas ya se han integrado con la OTAN y empezaron a operar en su territorio.
Donetsk y Lugansk
En el mismo discurso, el presidente ruso reconoció la independencia de las Repúblicas de Donetsk y Lugansk, antiguas provincias fronterizas de Ucrania.
Exigió a Ucrania que cese las represiones en Donbass o en caso contrario todas las responsabilidades por las agresividades recaerán sobre las autoridades de Kiev y “estoy seguro del respaldo de los ciudadanos rusos”, expresó.