Como una medida para combatir la escasez de viviendas, el Gobierno de Canadá prohíbe a los extranjeros comprar inmuebles residenciales en el país a partir de este 1 de enero 2023 y durante los próximos dos años.
Prohíben a los extranjeros comprar vivienda durante dos años en Canadá https://t.co/gb6f3ySqFv pic.twitter.com/BxADWlFfRp
— RFI en Español (@RFI_Es) January 2, 2023
Sin embargo, la propuesta contempla excepciones para los refugiados y los residentes permanentes, y la ley solo se aplica a las residencias urbanas y no a estructuras turísticas como las casas de verano.
La medida fue promovida por el Primer Ministro Justin Trudeau durante la campaña electoral de 2021. En este sentido, el partido Liberal habría manifestado que los inversores extranjeros hacían subir los precios, dificultando a los canadienses la adquisición de una vivienda.
“El atractivo de las casas canadienses está atrayendo a especuladores, corporaciones ricas e inversionistas extranjeros”, publicó el año pasado el sitio web de la campaña de Trudeau.
“Esto está generando un problema real de viviendas infrautilizadas y desocupadas, especulación desenfrenada y precios que se disparan. Las casas son para las personas, no para los inversionistas”, refiere la corresponsal de CNN, Gabriela Frías.
No obstante, el mercado inmobiliario se ha ralentizado recientemente, ya que el banco central ha subido los tipos de interés para intentar frenar la inflación.
Según la Asociación de Agentes Inmobiliarios, el precio medio de una vivienda fue de 630.000 dólares canadienses, equivalentes a 465.000 dólares estadounidenses o 435.000 euros el mes pasado, frente a los 800.000 dólares canadienses de hace un año.
Algunos expertos dudan de que la medida sea eficaz porque los extranjeros representan menos del 5% de los propietarios de viviendas en Canadá, según la agencia nacional de estadística y consideran que sería mejor acelerar la construcción de nuevas viviendas.
