El presidente del Consejo estadounidense de Relaciones Exteriores y exjefe de la Oficina de Planificación Política del Departamento de Estado de, Estados Unidos (EE.UU.), Richard Haass, opina que la Cumbre de las Américas, que se celebra esta semana en Los Ángeles es «una debacle, un autogol diplomático».
«Estados Unidos no tiene una propuesta comercial, una política de inmigración ni un paquete de infraestructura. En cambio, la atención se centra en quién asistirá al evento y en quién no. No está claro por qué insistimos en la celebración del evento», escribió Haass este martes en su cuenta de Twitter.
El Departamento de Estado estadounidense destacó que la Cumbre de Los Ángeles mostrará a la región y al mundo «lo mejor de la sociedad» del país norteamericano, y que fomentará «una cumbre más inclusiva». Sin embargo, Washington se negó a invitar a los Gobiernos de Venezuela, Nicaragua y Cuba.
En protesta por esa exclusión, los presidentes de México, Bolivia, Honduras y Guatemala decidieron no asistir al evento que reúne cada tres años Cada tres años los Gobiernos de todo el continente se reúnen para debatir temas de interés para todas las naciones.
EE.UU. pretende imponer nuevamente a los Gobiernos del hemisferio lo que considera sus intereses vitales, sin que nadie cause ruido en su discurso, por lo que la Cumbre de las Américas arranca en medio de fuertes turbulencias, además el Gobierno norteamericano se empeña en aislar a las naciones que no se ajusten a su visión de mundo.
Distintas organizaciones a nivel mundial, señalan que esta cita siempre ha sido un encuentro “dominado y controlado por el imperialismo estadounidense”, por lo que este año el mapa regional augura una cita con pocos consensos.
Analistas políticos refieren que es imposible avanzar en agendas como las del combate al narcotráfico, las migraciones, el capitalismo financiero o el cambio climático sin tener a todas las Américas sentadas en la mesa.
