A tan solo 15 días de la toma de posesión del presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, una delegación del Gobierno de Joe Biden llegó a Bogotá para debatir el supuesto combate al narcotráfico y asuntos inherentes a la «paz» en este país latinoamericano.
La comitiva encabezada por Jonathan Finer, secretario principal adjunto de seguridad nacional de Estados Unidos (EE.UU.), se reunió primero con el presidente saliente, Iván Duque, y con su vicepresidenta y canciller, Marta Lucía Ramírez.
Además de Finer, acompañaron Brian Nichols, secretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental; y Juan González, director para Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional.
Colombia es hasta el momento el principal aliado de EE.UU. para lograr sus objetivos desestabilizadores en la región. Sin embargo, es la primera vez que la Casa de Nariño estará bajo el mando de un gobierno progresista lo que podría cambiar el panorama.
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Transición ideológica
El ascenso de Petro llega en un momento de transición ideológica en América Latina y el mandatario ya expresó su voluntad de normalizar las relaciones con Venezuela, uno de los puntos focales de agresión de Washington durante años.
Durante el primer contacto con EE.UU. después de su elección, Petro informó que había mantenido una conversación con Anthony Blinken, secretario de Estado, para dialogar sobre el proceso de paz, que lejos de tener éxito, fue saboteado por la gestion de Iván Duque.
Dijo que también habían hablado sobre el cambio climático, una de las principales aristas de su plan de Gobierno junto a la vicepresidenta, Francia Márquez.
Un día antes el líder de izquierda había criticado el rol de EE.UU. para la preservación del medioambiente.
“Llegó el momento de sentarse con el gobierno de los Estados Unidos y hablar, dialogar sobre lo que significa el hecho de que en todo este continente americano que compartimos, allá se emita, como en casi ningún otro país, gases de efecto invernadero y aquí los absorbemos a partir de nuestra selva amazónica”, expresó durante su primer discurso presidencial.