El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, reveló este lunes que forman una coalición de países para enviar tanques de combate Leopard 2, de fabricación alemana, a Ucrania y que solicitarán a Alemania permiso para realizar esta dotación al régimen de Kiev.
Polonia necesita la autorización de Alemania para enviar los tanques de su fabricación a un país que no sea miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), aunque Morawiecki indicó que aún sin el consentimiento germano, Varsovia tomará sus propias decisiones.
El gobierno polaco alienta que la Unión Europea (EU) preste a Ucrania la ayuda militar necesaria para enfrentar la operación militar especial que Rusia desarrolla desde hace 11 meses.
Las autoridades polacas aseguran que Finlandia y Dinamarca están dispuestas a participar en la coalición y enviar vehículos Leopard a Ucrania.
Morawiecki dijo que se han celebrado conversaciones sobre el tema “con nuestros socios en Bruselas”, en alusión a los 27 países de la UE. “Naturalmente, estas no son conversaciones sencillas, pero nos esforzaremos por romper esta barrera de falta de voluntad en varios países”, puntualizó.
De acuerdo a la agencia AP, a Berlín se le critica su tardanza a la hora de ofrecer material militar a las fuerzas armadas ucranianas. La ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, aclaró el domingo que Polonia no había pedido oficialmente el visto bueno de Berlín para compartir algunos de sus Leopard de fabricación alemana, pero señaló que “si nos preguntaran, no nos interpondríamos”.
Morawiecki calificó las palabras de la ministra germana como “un atisbo de esperanza” de que Alemania pudiera incluso participar en la coalición.
“Ejercemos presión constante sobre el gobierno en Berlín para que ponga sus Leopard disponibles”, afirmó Morawiecki, en una conferencia de prensa en la ciudad occidental de Poznan.
Consecuencias impredecibles
El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, aseveró que las novedades sobre los tanques occidentales “indican un creciente nerviosismo entre los miembros de la alianza”.
Advirtió que “todos los países que participan de forma directa o indirecta en proporcionar armas a Ucrania o aumentar su nivel de tecnología asumirán responsabilidades por ello”.
Moscú ha redoblado sus advertencias de que una escalada del conflicto supone un riesgo de catástrofe. El viceministro ruso de Exteriores, Sergei Ryabkov, ratificó el lunes que los suministros occidentales a Ucrania podrían tener consecuencias “impredecibles”.
