Mientras la Unión Europea (UE) se encuentra sumergida en una crisis energética, fue detectada una fuga en uno de los ramales del oleoducto Druzhba, que transporta petróleo de Rusia a los países europeos, informó este miércoles la compañía polaca PERN.
En un comunicado, la empresa señaló que la falla, registrada el martes, está ubicada a unos 70 kilómetros de la ciudad de Plock. “Se trata de la línea troncal por la que el crudo llega a Alemania”, refiere.
“De momento, se desconocen las causas del incidente, que obligó a desconectar inmediatamente el bombeo en la línea dañada. La otra línea del oleoducto funciona sin cambios», aseguró la empresa en el texto.
La fuga de petróleo fue atendida por los servicios de emergencia del PERN y los bomberos estatales que se desplazaron al lugar para evaluar los daños ocasionados y asegurar la zona.
El vertido de crudo se produjo en un campo de maíz, así como en parte de las instalaciones de un centro de cría de animales. Medios locales informaron que se estima que la zona total del derrame abarca unos 1.000 metros cuadrados. Tres camiones cisterna se encargan de recoger el petróleo derramado.
«Daño accidental»
El representante del Ministerio de Infraestructura Energética de Polonia, Mateusz Berger, declaró a Reuters que la fuga se debió a un «daño accidental» y que no hay razones para creer que se produjo un acto de sabotaje.
El oleoducto Druzhba es considerado como uno de los más grandes del mundo por su sistema de tuberías que transporta petróleo desde Siberia (Rusia) a Alemania, Polonia, Bielorrusia, Hungría, Eslovaquía, República Checa y Austria.
El ramal afectado lleva el crudo a la refinería en Plock, desde donde llega a las grandes refinerías en las ciudades de Schwedt y Leuna, al este de Alemania.
La empresa rusa Rosneft posee en la refinería de Schwedt una participación mayoritaria de activos, que fueron confiscados temporalmente por el Ejecutivo alemán a mediados de septiembre.
Nord Stream
En septiembre, los gasoductos Nord Stream 1 y 2 presentaron varias fugas, dos de las cuales se encontraban en aguas danesas y otras dos en el lado sueco de la frontera marítima, a lo que las autoridades de Dinamarca y Suecia señalaron de sabotaje.
Para ese momento, Suecia y Rusia iniciaron las investigaciones para esclarecer lo ocurrido; sin embargo, Alemania, Ucrania y Estados Unidos (EE.UU.) señalaron claramente de “sabotaje” y responsabilizaron a Moscú.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, manifestó que las afirmaciones de que Rusia estaba detrás de un posible ataque a los gasoductos Nord Stream eran estúpidas y añadió que Moscú vio un fuerte aumento de los beneficios de las empresas estadounidenses que suministran gas a Europa.
