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Poéticas feministas se exhiben en el Centro de Artes La Neomudéjar de España

Fuser News

06/01/2022
Poéticas feministas se exhiben en el Centro de Artes La Neomudéjar de España
Las poéticas de las artistas contemporáneas Natalia Auffray y Rosella Matamoros, difieren en forma pero comparten su objetivo: la recuperación, desde el arte procesual, de los “espacios” que, históricamente les han sido arrebatados a las mujeres.

R. Vásquez

Dos proyecciones que conviven en el Universo feminista permanecerán hasta el próximo 16 de enero en el Museo Centro de Artes de Vanguardia La Neomudéjar en Madrid, España.

Las poéticas de las artistas contemporáneas Natalia Auffray y Rosella Matamoros, difieren en forma pero comparten su objetivo: la recuperación, desde el arte procesual, de los “espacios” que, históricamente les han sido arrebatados a las mujeres.

La costarricense Rosella Matamoros (1960) parte del performance para, mediante la experimentación con el lenguaje del cuerpo, alcanzar el terreno del arte plástico.

Formada en Bellas Artes entre Costa Rica y Washington, su obra fluye en torno a diversos problemas sociales; las mujeres en riesgo de vulnerabilidad y exclusión, tanto mestizas como originarias, son el eje central de gran parte de su trabajo artístico y cultural, caracterizado por la denuncia de las lógicas patriarcales desde una pulsión creativa cercana al primitivismo.

Su obra El peso de la historia sobre la cadena femenina «articula desde el lenguaje contemporáneo hasta formas propias del arte clásico», refiere Néstor Prieto, crítico de arte y curador de la exposición.

Por otra parte, en la obra de Natalia Auffray (Madrid, 1971) cobra especial importancia el proceso de creación feminista.

“No es que no preste atención al resultado final, pero siempre entiendo la obra definitiva como residuo de una experiencia”, señala la artista, que, tras 15 años viviendo en el campo, asegura encontrar en el contacto con la naturaleza su principal fuente de aprendizaje.

Si bien su origen está en la pintura, y aunque trabaja de manera regular con infinidad de soportes —de la instalación al vídeo pasando por las intervenciones efímeras—, el arte textil se articula actualmente como su principal territorio de experimentación.

La ropa como membrana

“Entiendo la ropa como una membrana que hace las veces de frontera con el exterior, pero que también nos permite entrar en contacto con éste, favoreciendo el paso del adentro al afuera”, cuenta Auffray.

Comenzó a trabajar con su propia ropa en desuso, buscando, a través de su reutilización, rescatar toda la memoria de vivencias que poseían las prendas.

“Trabajar con textil implica, para mí, además, una especie de reapropiación del tiempo. Y es que, si lo pensamos, se trata de un proceso que, por lo general, está muy ligado al cuidado de los demás: en el ámbito doméstico siempre hay alguien que cose un botón, una cortina, un mantel… Trabajar con textil de esta manera me permite reapropiarme de ese tiempo y dedicármelo a mí misma”, agregó.

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