La fuerte sequía que experimenta Uruguay, como consecuencia de las distorsiones meteorológicas generadas por el cambio climático, podría impactar este año en su economía con un descenso en el Producto Interno Bruto (PIB) sectorial del 1,7 por ciento, según estimaciones del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MGAP).
De acuerdo a este despacho ministerial, el sector agropecuario enfrenta pérdidas millonarias por la falta de precipitaciones y la escasez de agua para los cultivos y la ganadería, lo que pudiera incidir en una merma de ingresos de alrededor de 1.175 millones de dólares.
Durante una presentación ante la Comisión Permanente del Parlamento, el titular del MGAP, Fernando Mattos, apuntó que la sequía provocará una disminución considerable en la producción de ganado, leche y productos agrícolas.
Especificó que la producción lechera pudiera perder cerca de 100 millones de dólares este año ante la baja disponibilidad de las pasturas, la caída pronosticada del 5 por ciento de la remisión de leche, además del aumento de los costos adicionales por la suplementación de los ganados.
Asimismo, la escasez de pasto para alimentar al ganado incide directamente en el peso de los animales. Junto a la reducción de las tasas de procreo, esto ocasionará una pérdida estimada de 440 millones de dólares este 2023.
El ministro indicó que los pronósticos apuntan a una pérdida para la agricultura de 490 millones de dólares, por cuanto la sequía disminuiría las cosechas en más de un millón de toneladas con respecto al año pasado.
En materia forestal, los incendios favorecidos por la sequía registran 800 hectáreas afectadas en lo que va de año.
El pasado 18 de enero, Obras Sanitarias del Estado emitió un comunicado exhortando a hacer uso responsable del agua con el fin de reservar el recurso, “debido a la baja constante de la fuente de agua natural”.
