El presidente de Colombia, Gustavo Petro, acordó con una delegación de WikiLeaks, ejercer presión sobre Estados Unidos (EE.UU), para detener la extradición de Julian Assange desde Reino Unido a la nación norteamericana.
Más de una hora duraron las conversaciones en la Casa de Nariño, entre el mandatario colombiano y el editor general de la organización mediática internacional, Kristinn Hrafnsson, junto a otros representantes.
Petro mostró su solidaridad por la situación que está viviendo Assange y platicó sobre la libertad de prensa y la defensa de la expresión en la región, dijeron.
«Petro ha sido bastante claro y franco en sus manifestaciones sobre el caso y hemos podido percibir el compromiso del gobierno de Colombia con los principios universales y con la ley sobre la libertad de expresión», declaró Hrafnsson, al terminar el encuentro.
Señaló también que el presidente colombiano, además de comprometerse a ayudar a su causa, también les hablará a otros mandatarios latinoamericanos para que hagan lo mismo ante el gobierno estadounidense.
«Estoy extremadamente contento con el resultado de esta reunión, es un comienzo bastante auspicioso para nuestra gira. También estoy contento por oir su compromiso con la libertad de expresión. Si Assange es extraditado quiere decir que cualquier periodista del mundo pudiera pasarle algo similar», manifestó al recalcar la peligrosidad de este precedente.
Entregan formalmente demanda a Pompeo por espionaje en caso Assange
Sobre el caso
Las autoridades estadounidenses acusan a Assange de una veintena de delitos por las informaciones y documentos que filtró en su portal WikiLeaks, en los que expuso los abusos cometidos por las tropas estadounidenses en las guerras de Irak y Afganistán.
El activista australiano, de 51 años, continúa desde 2019 en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, una de las cárceles más duras del Reino Unido.
«La vida de Julian depende de que ganemos contra esta extradición. Julian tiene depresión. Si lo extraditan y lo ponen en aislamiento, como se reserva el derecho de hacer Estados Unidos, se suicidará», alertó en meses pasados su esposa, Stella Moris.
En agosto de este año, su equipo de abogados y periodistas presentó una demanda contra la CIA y el exsecretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo por espiar sus conversaciones cuando visitaban Assange, mientras estuvo asilado en la Embajada ecuatoriana en Londres.
La demanda se presentó en el Distrito Sur de Nueva York y alega que Pompeo supervisó y dirigió “una campaña extraordinaria de espionaje ilegal a los abogados de Assange y otras personas dentro de la Embajada”.
