Este miércoles, el gobierno de Dina Boluarte anunció el retiro definitivo del embajador de Perú en Colombia, Félix Denegri Boza, alegando supuestas “expresiones injerencistas y ofensivas” del presidente neogranadino Gustavo Petro.
El pasado fin de semana, Petro señaló en la reciente XXVIII Cumbre Iberoamericana realizada en Santo Domingo, que Pedro Castillo fue víctima de un golpe de Estado el pasado 7 de diciembre de 2022, contrario a la tesis mantenida por las actuales autoridades peruanas, que a su vez han acusado al depuesto mandatario de “golpista”.
Petro aseguró que Castillo debía estar participando en ese evento en lugar de estar preso, lo que provocó la reacción airada de la canciller Ana Gervasi: “Si Pedro Castillo no está aquí es porque dio un golpe de Estado. Si estuviera, tendrían a un dictador”, dijo.
No es con juicios sin delito, o con golpes parlamentarios, que el progresismo no debe jamás imitar,como se construirá un camino pacífico, sólido y democrático para América Latina
— Gustavo Petro (@petrogustavo) December 8, 2022
El comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores peruano señala que esta decisión obedece a que “la actitud del presidente Petro, y sus continuas expresiones injerencistas, han deteriorado seriamente la histórica relación de amistad, cooperación y respeto mutuo que ha existido entre el Perú y Colombia”.
“Con el retiro definitivo del embajador, las relaciones diplomáticas entre el Perú y Colombia quedan formalmente a nivel de encargado de negocios”, concluyó el texto.
Al día siguiente de la destitución de Castillo, el presidente colombiano tuiteó que “no es con juicios sin delito, o con golpes parlamentarios, que el progresismo no debe jamás imitar, como se construirá un camino pacífico, sólido y democrático para América Latina”.