Tras reunirse este miércoles con la autoridad taiwanesa, Tsai Ing-wen, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos (EE.UU.), Nancy Pelosi, aseveró que su país «no abandonará a Taiwán».
«La solidaridad estadounidense con Taiwán es crucial», dijo Pelosi, al tiempo que indicó que la determinación de su país por «proteger la democracia taiwanesa y en el resto del mundo» permanece «inalterada», a pesar de tratarse de una injerencia en los asuntos internos de China y su soberanía.
En este sentido, el director de la Oficina de la Comisión de Asuntos Exteriores del Partido Comunista chino, Yang Jiechi, señaló en marzo que la actual Administración estadounidense se comprometió a respetar el principio de una sola China y a no apoyar la independencia de Taiwán, pero las acciones de Washington “son obviamente inconsistentes con sus declaraciones”.
Previamente, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, dijo que Estados Unidos debe volver al significado original y verdadero del principio de “una sola China”, honrar sus compromisos políticos con el gigante asiático, y realmente salvaguardar la paz y la estabilidad a través del estrecho de Taiwán.
Encuentros en Taiwán
Pelosi visitó el martes la Cámara de Representantes de la isla, donde se reunió con el vicepresidente de la institución, Tsai Chi-chang
También, mantuvo un encuentro con miembros de partidos políticos representados en el Legislativo, entre ellos el Partido Progresista Democrático (PPD) y el opositor Kuomintang.
La política estadounidense aterrizó en Taipéi la noche del martes en una visita no anunciada oficialmente que ha indignado al Gobierno chino, que está respondiendo con un despliegue militar en el Estrecho de Taiwán y sanciones comerciales sobre la isla.
Traición deplorable
China considera la visita como «peligrosa y provocadora», además de una «traición deplorable» por parte de EE.UU. El Gobierno chino advirtió que llevan tiempo observando «una tendencia creciente» en Taiwán hacia la independencia, alentada por «actores externos», y ello podría volverse una situación «fuera de control».
Al igual que China, diversos líderes internacionales manifestaron su condena a la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Además, algunas naciones acusan a la funcionaria de socavar la paz del gigante asiático.