El presidente de Perú, Pedro Castillo, ordenó disolver temporalmente el Congreso de la República e instaurar un gobierno de emergencia excepcional, a pesar que en días anteriores había descartado esta posibilidad.
La decisión del mandatario se produce a horas de que se llevara a cabo un debate para la moción de su vacancia en el Parlamento, y tras meses de hostilidad política, en los que se han adelantado causas judiciales y una avanzada mediática contra el mandatario sin pruebas, en desconocimiento del voto popular.
En la nación andina han intentado gobernar un total de cinco presidentes en los último seis años, casi todos han enfrentado algún tipo de obstrucción parlamentaria.
«En atención al reclamo ciudadano, a lo largo y ancho del país, tomamos la decisión de establecer un Gobierno de excepción orientado a restablecer el estado de derecho y la democracia en el país», informó Castillo en un mensaje a la nación este miércoles y convocó a un Parlamento con facultades constituyentes.
Castillo decretó, además, toque de queda nocturno y anunció que se convocará a elecciones lo más pronto posible, mientras tanto se gobernará mediante decretos de ley.
«Convocar en el más breve plazo a elecciones para un nuevo Congreso con facultades constituyentes para elaborar una nueva Constitución en un plazo no mayor de nueve meses”, expresó el mandatario peruano.