En la reciente audiencia general en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco expresó su profunda preocupación por el aumento de víctimas y la desesperada situación en Gaza.
El Sumo Pontífice instó a evitar una catástrofe humanitaria, llamó a silenciar las armas y destacó la inquietud por la posible expansión del conflicto, señalando que la guerra solo siembra muerte y destrucción.
«Es inquietante la posible expansión del conflicto. ¡Que callen las armas, que se escuche el grito de paz de los pobres, de toda la gente, de los niños!», expresó.
Para abordar esta crisis, el Papa anunció la convocatoria de una jornada de ayuno, oración y penitencia el 27 de octubre, invitando a personas de diversas confesiones cristianas, miembros de otras religiones y todos los defensores de la paz a unirse.
Enfatizó la importancia de pasar de las palabras a la acción, abogando por la paz a través de la oración y el compromiso