Por falta de pruebas, el papa Francisco prescindió abrir una “investigación canónica” sobre el cardenal canadiense Marc Ouellet, acusado en su país de abuso sexual, según indicó este jueves en un comunicado el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni.
Las denuncias contra el religioso fueron hechas por una mujer identificada con la letra “F”, quien afirmó haber sido objeto de abusos por parte de Ouellet en varias oportunidades.
El cardenal, de 78 años, es el actual prefecto de la Congregación para los Obispos, uno de los cargos más importantes del gobierno del Vaticano y, además, es cercano a Francisco, con quien mantiene contactos casi semanales.
Investigación preliminar
La declaración del sumo pontífice fue hecha tras las denuncias de prensa divulgadas el martes en Canadá, en las que involucran al cardenal.
En este contexto, Bruni confirmó que el papa Francisco había encargado al jesuita Jacques Servais de realizar una “investigación preliminar” sobre esas denuncias, quien concluyó que que no hay elementos para iniciar un juicio contra el cardenal Ouellet por agresión sexual”, explica el texto.
“Ni en el informe escrito enviado al Santo Padre, ni en el testimonio vía Zoom que posteriormente tomé en presencia de un miembro del Comité Diocesano ‘ad hoc’, esta persona hizo ninguna acusación que diera pie a tal investigación”, precisó el jesuita.
Personas agredidas
Esa denuncia se encuentra entre los testimonios de 101 personas que afirman haber sido “agredidas sexualmente” por más de 80 miembros del clero y empleados laicos de la diócesis de Quebec entre junio de 1940 y la actualidad, según los documentos judiciales.
Según la demanda, citada por The Washington Post, F conoció a Ouellet en una cena de las Hermanas de la Caridad de Quebec en 2008, cuando era una interna de 23 años en la arquidiócesis local. Después de la cena, la mujer afirmó que Ouellet le dio un masaje en los hombros y le acarició la espalda, dejándola “congelada” y sin saber cómo reaccionar.
En 2010, durante la celebración de la ordenación de un colega, la demanda alega que Ouellet le dijo que era la segunda vez que se veían esa semana y que podría besarla de nuevo porque “no hay nada malo en mimarse un poco”, un comentario que a ella le pareció “completamente inapropiado”. A continuación, la besó y deslizó su mano por su espalda hasta sus nalgas, declaro la víctima.
Ouellet es una influyente figura dentro de la burocracia vaticana, con fama de ser un hombre de centro y quien ha sonado como “papable” tanto en el último cónclave de 2013 como en las versiones del posible sucesor en caso de que Francisco dejara su lugar.
