La visita del presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Joe Biden, a los territorios ocupados de Palestina, fue rechazada con protestas en el campamento de Refugiados Palestinos de Al-Yarmuk, al sur de Damasco, en Siria.
Los participantes corearon consignas y lemas afirmando que todos los planes tramados por EE.UU. contra la causa palestina y todos los países de la región, «están condenados al fracaso ante la firmeza de los pueblos frente al imperialismo y los regímenes árabes que aceleran los pasos hacia la normalización de relaciones con el régimen sionista».
Las fuerzas sirias y palestinas emitieron un comunicado a través donde reiteraron su rechazo a la presencia de EE.UU. en el norte de Siria y ratificaron su apoyo a la República Islámica de Irán.
El Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (Hamas), advirtió que la formación de alianzas militares que incluyan a Israel y la promoción de la normalización árabe-israelí, dos metas de Biden durante esta visita, constituyen un peligro estratégico para la causa palestina y los intereses de la región de Asia Occidental.
Por su parte, el presidente iraní, Ebrahim Raisi, afirmó que el viaje de Biden a Oriente Medio no aportará seguridad a Israel.
«Si las visitas de los funcionarios estadounidenses a los países de la región son para fortalecer la posición del régimen sionista y normalizar sus relaciones con algunos países, sus esfuerzos no brindarán seguridad», dijo Raisi en un comunicado.
Durante su visita a Belén, Biden se reunió con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, quien pidió al Mandatario estadounidense un mayor compromiso con la causa por la independencia del pueblo palestino y para poner fin al “régimen de apartheid” de Israel.