La relatora especial sobre la promoción y protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales en la lucha contra el terrorismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Fionnuala Ní Aoláin, presentó este martes un informe sobre prácticas mundiales en relación con la detención secreta en el contexto de la llamada lucha antiterrorista, encabezada desde 2001 por Estados Unidos (EE.UU.).
El texto ilustra lo que llama «el abyecto fracaso en la implementación de las recomendaciones de (un) estudio (de 2010) con consecuencias trágicas y profundas para las personas que fueron sistemáticamente, torturadas, entregadas a través de las fronteras, detenidas arbitrariamente y privadas de sus derechos más fundamentales», refiere Telesur en su portal web.
De acuerdo con Ní Aoláin, el informe exige que la rendición de cuentas, la reparación y la transparencia sean implementadas por los Estados responsables de estas graves violaciones de derechos humanos, sobre la base y complementando el trabajo del Relator Especial sobre la Tortura y otros Tratos Crueles, Inhumanos y Degradantes, el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias y el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias.
📺 Going Live @ 10:00 Geneva 📺
Joining the UN Human Rights Council #HRC49 to present my most recent report – a Follow-up report on the Joint Study (2010) on Global Practices in Relation to Secret Detention in the Context of Countering Terrorism. pic.twitter.com/LTnVxIQElJ
— Fionnuala Ní Aoláin (@NiAolainF) March 15, 2022
Denuncia violación a los DD.HH.
Las recomendaciones de 2010 del propio Consejo de DD.HH. no se implementaron, lo que permitió y facilitó las continuas violaciones de derechos humanos en nombre de la lucha contra el terrorismo en todo el mundo, denunció la relatora especial.
Indicó que se han desarrollado nuevas modalidades de transferencia a través de las fronteras, eludiendo las protecciones legales requeridas, incluida la no devolución, la detención masiva sin proceso legal normalizada por ciertos Estados y la excepcionalidad en los juicios por cargos de terrorismo sigue arraigada.
WATCH: Secret mass detention sites are a "stain on our consciences" says expert @NiAolainF https://t.co/mhPqeqSnIP via @YouTube pic.twitter.com/P9yC8Nb99p
— UN Human Rights Council (@UN_HRC) March 15, 2022
El informe critica en particular a EE.UU., pues recuerda que «la práctica del waterboarding (ahogamiento simulado) estaba legalmente justificada y se practicaba brutalmente en sitios negros controlados por la nación norteamericana. Los detenidos fueron colocados en estructuras similares a ataúdes o cajas cerradas durante largos períodos de tiempo para inducir miedo, claustrofobia y dolor físico».
Igualmente, el estudio documenta las acciones de numerosos países que colaboraron con el gobierno de EE.UU. para permitir la captura de personas, traslado a cárceles secretas (sitios negros), además de interrogatorios a personas a pedido y, en ocasiones, con la supervisión de personal estadounidense.
El informe de la relatora señala que habilitaron traslados encubiertos de prisioneros a través de sus aeropuertos y fronteras, facilitaron asistencia médica y operativa de otro tipo, y encubrieron las violaciones que habían tenido lugar en su territorio al negarse a compartir o divulgar información relacionada con la detención, desaparición y tortura.
At a press briefing following her presentation to the Human Rights Council, the Special Rapporteur on Counter-Terrorism @NiAolainF said that mass detention centers where alleged torture has taken place are "dark stains on our consciences”#HRC49 REPORT ▶ https://t.co/J0vv7r5oUq pic.twitter.com/u66BrgBWAM
— UN Human Rights Council (@UN_HRC) March 15, 2022
El documento refiere que la responsabilidad por la comisión de violaciones graves del derecho internacional sigue siendo responsabilidad de los Estados en cuyo territorio se cometieron las violaciones.