El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, clasificó este sábado al brote de viruela del mono como una emergencia sanitaria mundial.
«Tenemos un brote que se ha extendido por todo el mundo rápidamente, a través de nuevos modos de transmisión sobre los que sabemos muy poco», dijo el director general de la OMS, Adhanom .
El brote de casos de viruela del mono afecta a 15.800 personas en 72 países, según las cifras de Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), actualizadas al 20 de julio.
La OMS ve al brote como una amenaza lo suficientemente importante para la salud mundial que requiere una respuesta internacional coordinada para evitar una mayor propagación del virus e impedir que se convierta en una pandemia.
Durante la apertura de la reunión del comité de emergencia de expertos que estudian si el brote actual de la enfermedad amerita o no el nivel de alerta máxima, realizada el jueves, Tedros expresó «su preocupación» por el aumento del número de casos de viruela del mono.
En una primera reunión, el pasado 23 de junio, la mayoría de expertos recomendaron a Tedros no decretar la emergencia de salud pública de alcance internacional.
«La viruela del mono está fuera de control, no hay ninguna razón legal, científica o sanitaria para no declarar una emergencia de salud pública de magnitud internacional», dijo en Twitter el viernes Lawrence Gostin, experto estadounidense en derecho de la salud pública y director del Centro de Derecho de la Salud de la OMS.
Contagios
Desde inicios de mayo se detectó un aumento inusual de los casos fuera de los países de África central y occidental donde el virus es endémico, extendiéndose por el mundo entero, con un fuerte número de contagios en Europa.
La viruela del mono -que fue detectada por primera vez en el ser humano en 1970- es menos peligrosa y contagiosa que su prima la viruela, erradicada en 1980.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) recomendó el viernes extender el uso de una vacuna contra la viruela para combatir la propagación de la viruela del mono, que ya es utilizada en varios países.
La OMS recomienda vacunar a las personas de mayor riesgo, así como a los trabajadores de la salud que puedan estar expuestos a la enfermedad.